Jorge Sapag recuperará el segundo senador que el Movimiento Popular Neuquino perdió en 2007 cuando en octubre, si se cumplen todos los pronósticos, gane la elección legislativa.
El plato fuerte será saber quien se queda con la otra banca en juego y ahí el duelo amenaza a ser vibrante entre el kirchnerismo, que postula la reelección de Marcelo Fuentes, contra el radicalismo digitado por el intendente de la capital Horacio “Pechi” Quiroga.
Sapag jugó a fondo para estos comicios y tras amagar con una testimonial, logró colocar como cabeza de lista a su vicegobernadora Ana Pechén.
El domingo no tendría problemas en ganar la interna nada menos que con Guillermo Pereyra, el sindicalista petrolero que se fue enfurecido del Directorio de YPF.
El gobernador neuquino siempre mostró sintonía con Cristina y sus legisladores apoyaron cualquier iniciativa de la Casa Rosada. Una constante de los partidos provinciales, siempre proclives a negociar sus intereses puntuales.
La excepción en Neuquén la dio su antecesor Jorge Sobish, quien libró una dura batalla con Néstor Kirchner, según cuentan, por viejas rencillas en torno a inversiones petroleras.
“Sapag logró que mucho voto kirchnerista también sea del MPN”, evalúan los entendidos.
El acuerdo con Chevrón para explotar el yacimiento de Vaca Muerta será aprobado por la Legislatura provincial después de las primarias y en Neuquén aseguran que no tendrá consecuencias electorales.
Curiosamente, el poder del MPN no se traslada a todas las intendencias, varias de ellas manejadas por partidos opositores como Cutralcó, San Martín de los Andes y Zapala.
Pero la principal es la capital, gobernada por el radical Horacio “Pechi” Quiroga. Tras su paso fallido por el radicalismo K, Quiroga volvió con Marcelo Inaudi como candidato al senado, y Ruben Etcheverry a Diputados. Este último fue funcionario de Sapag hasta hace un mes.
Inaudi es el favorito y su duelo con Fuentes en octubre ya empezó a retumbar. El legislador K es conocido y este año se convirtió en el máximo vocero de la Casa Rosada en la Cámara alta, donde libró las principales batallas de Cristina.
Las encuestas que maneja el MPN lo dan como ganador a Fuentes, pero nadie se anima afirmarlo. Lo que es seguro es que ni el más kirchnerista se atreve a pronosticar una victoria.
Tal es así que la otra referente de la Casa Rosada, la senadora Nancy Parrilli, esposa del secretario de la gobernación, va como candidata a diputada porque no tenía esperanzas de renovar como segunda de Fuentes.