La presión de Horacio Verbitsky torció a la propia Cristina Kirchner, que postergó para después de las elecciones el tratamiento de "los pliegos de jefes militares", entre los que se encuentra el del Jefe del Ejército, César Milani, resistido por los organismos de Derechos Humanos que sospechan de sus vínculos con la represión durante la última dictadura militar.

La presidenta recibió en Casa Rosada al ministro de Defensa, Agustín Rossi, luego de que el kirchnerismo postergara el tratamiento del pliego en la comisión de Acuerdos esta misma mañana por la presión del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) que encabeza Verbitsky.

Luego de la reunión, el bloque de senadores que encabeza Miguel Ángel Pichetto envió un comunicado anunciando la decisión de la presidenta.

"Por instrucción de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner se ha dispuesto dejar sin efecto el tratamiento de los pliegos de jefes militares hasta el momento de tratar la totalidad de los ascensos de las Fuerzas Armadas", indicó el comunicado.

Esta decisión implica que el oficialismo tratará recién a fin de año y luego de las elecciones legislativas del 27 de octubre el paquete de pliegos de ascensos de las Fuerzas Armadas, incluido el de Milani.

De todos modos, Milani continuará por ahora al frente del Ejército. Es que como bien explicara Joaquín Morales Solá en su columna de ayer, no era imprescindible el ascenso de Milani a teniente general para que fuera jefe del Ejército, puesto que Cristina Kirchner tiene facultades para nombrarlo por sí sola como titular de esa fuerza, pero necesita el acuerdo del Senado para ascenderlo de grado.

"La presente decisión se toma en virtud de la mas que evidente desnaturalización del procedimiento, con clara intención electoralista", agregó el comunicado del bloque.

Como explicó LPO, Verbitsky descolocó esta mañana al propio Pichetto en plena reunión de la comisión de Acuerdos para salvar a su organismo, que venía recibiendo duras críticas por avalar a un jefe del Ejército con un pesado prontuario.

El titular del Cels presentó un documento en el que se recomienda rechazar el pliego de MIlani con la excusa de obtener más tiempo para “estudiar” un escrito de sólo cuatro páginas.

Ayer, Verbitsky había dado un ultimátum al Gobierno al sugerir en una nota de opinión publicada por Página 12 que Milani debería dar un paso al costado para servirle de fusible a la presidenta en vez de usarla como paraguas.

Sin votos

Más allá de la presión de Verbitsky, el kirchnerismo no pudo conseguir los votos para tratar el pliego por la resistencia de sus habituales aliados.

El bloque del Frente para la Victoria tiene 33 senadores propios pero llega sin problemas a la mayoría con aliados incondicionales, como han sido los dos fueguinos María Rosa Díaz y Osvaldo López; la santafesina Roxana Latorre y el neuquino Horacio Lores.

Pero el rol de Milani en la dictadura, denunciado por la versión del Nunca Más de La Rioja, dinamitó el apoyo de algunos aliados como el fueguino López, de Nuevo Encuentro, que poco antes de que se conociera el comunicado del bloque dijo hoy que “en atención a las dudas que surgen sobre las actuaciones durante la dictadura, no podemos otorgar acuerdo al pliego”.

Como anticipó LPO, Pichetto tampoco pudo convencer al correntino José María Roldán, otro aliado incondicional. Roldán quedó muy molesto porque no pudo sumar a su gente a las nóminas kirchneristas de su provincia, que en septiembre elegirá gobernador.

En este contexto, en el que incluso el kirchnerismo apuntó las flechas al ex presidente Carlos Saúl Menem, que en 2010 ayudó a aprobar el pliego de Milani como subjefe del Ejército, Pichetto se apartó de la negociación y le dejó el poroteo al secretario administrativo, Juan “Juanchi” Zabaleta.