A dos días del cierre de las alianzas y a casi dos semanas de conocerse las listas, La Cámpora define las listas en la oficina que tiene en el tercer piso de la Cámara de Diputados de la Nación.

Con mapa de la provincia de Buenos Aires en la pared, Eduardo “Wado” De Pedro y Andrés “El Cuervo” Larroque puntean cada distrito y recibe a los referentes locales de la agrupación para informarle quienes serán los bendecidos.

“Venimos a ver qué nos dicen”, confió uno de los asistentes a los cónclaves, ya famosos en la Cámara baja.

Por esos pasillos aseguran que, tal como adelantó LPO, las listas las integrarán los miembros de La Cámpora o, de Unidos y Organizados, el colectivo que la agrupación de Cristina Kirchner comparte con otras afines al Gobierno como el Movimiento Evita.

De hecho, entre los asistentes a las reuniones estuvo el diputado del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, artífice de aquel acto del 27 de abril de 2012 al que se sumó después La Cámpora.

Fue el día en que oficialmente nación Unidos y Organizados, una forma de abrazar a toda organización que asome la cabeza por encima de la de Máximo Kirchner.

Problemas en los distritos

Las negociaciones hoy pasaron sobre todo por los distritos de la provincia de Buenos Aires, donde cmenzaron a verse los primeros inconvenientes con algunos intendentes que no están dispuestos a ceder a los caprichos de Wado y el Cuervo.

Los más rebeldes son el de Quilmes, Eduardo "Barba" Gutiérrez; y el de Lanús, Darío Díaz Pérez. Ambos tienen buena sintonía con la Casa Rosada y los camporistas no verían con agrado que estén inactivos en la campaña. 

En Buenos Aires, Cristina Kirchner tiene el poder total sobre las listas porque el apoderado del Frente para la Victoria es el disciplinado Jorge Landau. 

No pasa lo mismo en otras provincias como Santa Fe, donde Agustín Rossi y el PJ local ignoraron a La Cámpora de las listas. Los llamados de Larroque a los líderes de la juventud santafesina no pudieron cambiar las cosas.

Los punteos de candidatos seguirán mañana y hasta el 22 de junio cuando se presenten las nóminas. El miércoles será el espacio de conocer los frentes y el Gobierno ya dio la primera sorpesa: no incluirá la palabra PJ en la denominación oficial.