El debate por el traspaso de subtes y micros a la Ciudad desató una dura interna entre los legisladores de la Unión Cívica Radical, donde se escucharon posiciones encontradas entre quienes optaban por apartarse del debate, los que querían votar en contra y los que pretendían una postura intermedia, finalmente triunfadores.

Pero el debate dejó heridas sobre todo por el temor de algunos legisladores a ser escrachados por los medios, luego de que el dictamen del Senado fuera definido como un acercamiento al Gobierno.

“Hemos tenido un gran debate, como dijo el senador Sanz, y lo mismo ocurrió con nuestro bloque en la Cámara de Diputados. Sin embargo, a veces parece que para algunos legisladores lo importante es decir lo que a algunos medios les interesa que se señale”, admitió Gerardo Morales en la sesión de ayer.

Más temprano, Sanz también había fustigado el tratamiento mediático del tema, expresiones que hace dos años no solían partir desde el bloque radical. “Estamos más allá de las interpretaciones mediáticas, coyunturales, de si uno está a favor de uno o de otro o en contra de”, se jactó.

La bronca de Morales y Sanz se debía a la reunión que senadores y diputados radicales tuvieron en la noche del martes para afianzar una postura común en ambas Cámaras.

En realidad, ambos, junto al jefe del bloque Luis Naidenoff, ya habían impuesto votar a favor en general del dictamen oficialista con disidencia parcial, plasmada en el plenario de comisiones.

Tras aquella reunión, realizada el día siguiente al que los senadores tuvieron el proyecto en sus manos y recordada por el cruce entre Morales y Julio De Vido, el jujeño y Sanz tomaron la voz cantante en una breve reunión de bloque y de inmediato pusieron el gancho.

Encontraron la resistencia de algunos senadores, como el rionegrino Pablo Verani y el chubtense Mario Cimadevilla, quienes pretendían abstenerse de la votación por considerarla inapropiada. Este último, finalmente, no estuvo presente en la votación.

“Cuando yo era gobernador y tenía problemas de fondos no venía al Senado. Iba sólo a la Casa Rosada”, se le escuchó decir a Verani. De todos modos, el ex mandatario recordaba el traumático traspaso de servicios del Gobierno nacional y luego lo haría en el recinto.

Los senadores diseñaron una aguda argumentación jurídica con ayuda de Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados y único legislador porteño del partido.

Con la rigurosidad técnica que lo caracteriza, el ex ministro de Justicia explayó los argumentos para justificar porqué Macri debía honrar el acuerdo que firmó en enero para recibir los subtes, con un subsidio del 50% de sus costos; pero subscribir otro que fije una “compensación tarifaria” por los micros. La idea fue leerlos en el recinto aunque fueran rechazados por el kirchnerismo.

No todos los diputados radicales coincidieron. Y el más enfurecido fue Oscar Aguad, ex jefe de bloque, enemistado con la actual conducción del bloque y cercano a Macri, quien lo apoyó en la campaña electoral de Córdoba. Lo acompañan en su postura Jorge Álvarez, Hipólito Faustinelli y otros diputados que acompañaron la trunca aventura presidencial de Julio Cobos.  

Fueron ellos quienes desataron la furia de Morales, quien, entre los argumentos que usó para defender su postura, usó el de diferenciarse del Frente Amplio Progresista, que terminó más cercano a Macri.

“Está claro que para los medios que enfrentan al Gobierno el elegido es Macri. Entonces van a instalar que somos oficialistas”, dicen desde el bloque de senadores radicales, el mismo que fuera la esperanza del Grupo Clarín durante el debate de la ley de medios.

El asilamiento de Aguad en Diputados no es nuevo. Enfurecido por el reparto de cargos en el bloque, el ex titular, que nunca restableció su relación con Ricardo Alfonsín, no dudó en sumarse al pedido de juicio político a Amado Boudou, pese a que no fue la posición que tomó la bancada.

Esta vez creen que no será igual. “Lo importante es que discutimos pero conciliamos una posición. Los otros bloques ni discuten”, se ufanó un diputado radical ante LPO.