Uno de los puntos más polémicos que tuvo que negociar el kirchnerismo con algunos sectores de la oposición para poder aprobar la nueva Ley de Medios fue, casualmente, el ingreso de las compañías telefónicas al negocio del cable. El anteproyecto presentado por el oficialismo permitía que esos actores tan poderosos entraran en el mercado de los servicios audiovisuales, lo que generó que gran parte de la oposición pidiera que sean apartados.

Esa negociación se llevó a cabo con los bloques con cierto diálogo con el kirchnerismo, como el socialismo o Proyecto Sur, que finalmente acompañaron la iniciativa. Pero para hacerlo exigieron que se cierre las puertas a las telefónicas. "No tiene sentido hacer una ley que reemplace un monopolio por otro", planteaban.

"El proyecto original habilitaba su ingreso, pero se logró que queden afuera. El problema es que la solución no era solamente sacarlos de la ley, sino que también había que regular taxativamente el tema. Y esto es lo que no se hizo", explicó el diputado nacional Claudio Lozano, en diálogo con La Política Online.

Y agregó: "Ahora están ingresando a este negocio de los videos por demanda porque no existe una explicitación de una prohibición en tal sentido".

Telecom Argentina anunció ayer el lanzamiento de ArnetPlay, su servicio de video a demanda que permite ver películas, series, documentales y conciertos para ver en el televisor, en la PC o en cualquier dispositivo con acceso a Internet. Telefónica ya había ingresado a este negocio con OnVideo.

Tanto ArnetPlay como OnVideo ofrecen una filmoteca cuyo acceso está incluido en el abono a Internet, y por otro lado una suerte de catálogo o videoclub para que los usuarios alquilen estrenos a un bajo costo, que oscina entre los 10 y 16 pesos.

Los cableoperadores -que a fin de cuentas ofrecen productos similares- se oponen al ingreso encubierto de las telefónicas, a las que consideran una competencia desigual. "Entendemos que para brindar ese servicio es necesario solicitar una lincencia o bien un registro de señal. La situación es muy desigual, porque a algunos se los controla meticulosamente y a otros no se les aplica la regulación vigente", se quejó Walter Burzaco, presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC).

Burzaco explicó a LPO que las grandes firmas de cable -entre ellas Cablevisión, del Grupo Clarín- no están en contra de ir hacia una convergencia de tecnologías, pero plantean la necesidad de regular el mercado de las telecomunicaciones "porque los actores tienen un peso muy distinto".

"Las telefónicas representan el 70% del mercado. Las diferencias son muy grandes. Y más allá de lo que dice -o no dice- la ley, están entrando por \'ventanitas\' a este negocio, y sin ningún control. Es imposible explicar por qué no se controla", concluyó Burzaco.

Todos coinciden en que el ex COMFER -hoy Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual-, a cargo de Gabriel Mariotto, podría actuar de oficio y regular mediante resoluciones del Ejecutivo este negocio. Pero los buenos vínculos de la Casa Rosada con las telefónicas serían la causa de la inacción del candidato a vice de Scioli.

"Podría salir a exigir que las telefónicas soliciten una licencia o un registro de señal antes de comenzar a operar. Si no lo hace es una decisión estrictamente política", opinó Lozano.