Fueron dos meses de espera hasta tomar la decisión, cuatro meses de campaña, 60 mil kilómetros por las rutas santafesinas y una elección que casi termina en victoria impensada, incluso el mismo día de los comicios.

Como fue público, Mauricio Macri le ofreció a Del Sel ser candidato a gobernador el 25 de diciembre y recién el 23 de febrero el cómico aceptó, previa negociación con sus dos compañeros del trío Midachi.

Su amigo de la adolescencia, Raúl “El Oreja” Fernández, manager de Midachi, se montó la campaña al hombro junto a otras dos amistades del humorista: “Juachi” Guadarrami, Adrián “El Ati” Aranda y “Tete”, cuyo nombre y apellido casi nadie recuerda.

“En un comienzo nos acompañó (el apoderado del Pro) José Torello, (el diputado) Jorge Triaca y (el gremialista del plástico) Vicente Mastrocola, quien nos aportó los 130 fiscales que tuvimos en la primaria”, apuntó a LPO “el oreja” Fernández, en una de las mesas del Hotel Los Silos que el Pro eligió como bunker para celebrar el resultado.

Si 130 fiscales resultan irrisorios para una interna que tuvo 7320 mesas y en la que Del Sel obtuvo 241 mil votos, los pocos más de 5000 que tuvo ayer tampoco parecen suficientes para una general en la que el candidato de Unión Pro finalizó con 641 mil sufragios.

“Ahora nos ayudó Uatre por eso fiscalizamos más, pero para la elección que viene tenemos que tener fiscales en todas las mesas y dirigentes en todos los pueblos”, advirtió el Oreja.

Triaca y Mastrocola siguieron a pie firme la campaña de Del Sel, que viajaba junto a sus tres amigos de fierro y a su vocero Juan Gentille. “Fue una recorrida similar a la que hacíamos con MIdachi. Nos encontramos con hoteles iguales, hasta con la misma pintura. Ciudades deterioradas como Vera; o más pujantes como las del sur, donde la prosperidad no condice con la infraestructura. La ruta siempre está igual”, comentó.

El comando de campaña viajaba en un chevrolet silverado 99 y un fiat punto. Pero el peor momento fue cuando debieron cerrar listas, previo acuerdo con Eduardo Duhalde, que Fernández dice que nunca estuvo en duda.

“Yo hablaba día por medio con Mauricio y él ya tenía un acuerdo con Duhalde. Acá no había forma de no hacerlo, porque el Pro tiene dos concejales. Armar listas fue un momento muy duro, porque conocí la miseria humana de gente que sólo quería acercarse para tener votos de Miguel”, relató el manager de Midachi.

No fue tan difícil, dice Fernández, aceptar que Macri no sería candidato presidencial. “Cuando empezamos Miguel medía 20 puntos más que Macri y 30 más que Duhalde. Por eso nunca necesitamos un candidato presidencial”, explicó.

De las listas se encargaron Emilio Monzó, Humberto Schiavone y el propio Fernández. Ayer Unión Pro logró siete diputados: Norberto Nicotra, Raúl Fernández, Alejandra Vucasovich, Germán Mastrocola (hijo de Vicente), Federico Angeloni, Miriam Cinalli y Demetrio Álvarez.

Cuando la victoria parecía una posibilidad, el salón del Hotel Los Silos preparado para celebrar lo que en un primer momento parecía una buena elección estaba colmado, sin un integrante del Gabinete porteño ausente.

“La mayoría de los que llegaron el hotel fueron amigos del interior que vinieron a vernos”, se evadió Fernández, consultado por esa exhibición de oportunismo Pro.

-¿Cómo sigue todo ahora? –preguntó LPO.

-Tenemos que construir la segunda alternativa en la provincia. Seremos auditores de este Gobierno no sólo desde la Cámara de Diputados sino también aprovechando la figura pública de Miguel. Hay 600 mil personas que defender. Después hay que armar el espacio para dentro de cuatro años. Ahí sí queremos ganar.