El cierre de listas del Frente para la Victoria confirmó que, de ganar, Cristina Kirchner tendrá que hacer un profundo recambio en su gabinete. Es que las candidaturas de Amado Boudou, Roberto Feletti, Julián Domínguez y Aníbal Fernández no son testimoniales y todos descuentan que en diciembre asumirán los cargos para los que se postulan.

Pero la Presidenta piensa en aprovechar ese contexto de transición política -que supone muchos movimientos dentro del propio Gobierno- para impulsar una reestructuración del gabinete, que incluiría la creación de nuevas carteras y la disolución de otras.

Como habitualmente sucede con las iniciativas del kirchnerismo, Cristina intenta mantener en silecio este proyecto; sobre todo, luego de que se filtre una iniciativa similar de Mauricio Macri. En la Casa Rosada no quieren mostrarse imitando las ideas del PRO.

Los candidatos para Economía

El principal interrogante por estos días gira en torno al futuro en la cartera de Economía y ya son varios los nombres que integran las lista de candidatos para suceder a Boudou. El compañero de fórmula de Cristina impulsa un postulante propio: Juan Carlos Fábregas, titular del Banco Nación.

Pero La Cámpora también intentará ocupar ese lugar central del Ejecutivo y lanza a Axel Kicillof. El joven economista, sin embargo, cuenta con algunos puntos negativos en esta competencia. Por un lado, su actual gestión como subgerente de Finanzas en Aerolíneas Argentinas es muy cuestionada. No es para menores: desde que el Estado se hizo cargo de la compañía, en julio de 2008, el Gobierno necesitó 1,5 millones de dólares diarios en subsidios para sostener los aviones en el aire.

Cristina, además, quedó desencantada con Kicillof tras su intervención en el programa 678. En esa ocasión, no se lo vio comprometido en la defensa de la ley de medios y en la pelea con el Grupo Clarín, dos banderas irrenunciables del kirchnerismo. "Para hacer política hace falta coraje, no sólo intelecto", suele repetir Cristina a su entorno.

La otra contradicción que carga el economista de La Campora en su prontuario es la creación del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA), que critica duramente las mediciones del INDEC e incluso tiene un índice de precios propio, elaborado en basea las estadísticas provinciales. Dificilmente el Gobierno quiera a un ministro que cuestione un punto tan sensible de la era K, a no ser que verdaderamente esté dispuesto a encarar una reforma en el organismo.

Diego Bossio es uno de los hombres que suena más fuerte para suceder a Boudou. La experiencia al frente de la ANSES, su militancia en Gestar -el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista-, y su cercanía a Amado Boudou lo respaldan.

También se menciona al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, de quien se destaca su profesionalismo. Su poca disposición a hablar con los medios generó la irónica comparación con el ex ministro Carlos Fernández. Y quien esté al frente de la cartera deberá tener el mismo perfil que Boudou: carismático, proactivo y seguro ante la prensa.

Algunos rumores indicaban que Roberto Feletti finalmente no asumiría su banca en el Congreso, y sería él quien garantice la continuidad de la actual gestión. Esa versión, no obstante, está prácticamente descartada, porque Cristina lo quiere como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

Se trata del lugar estratégico que hoy ocupa Gustavo Marconato, quien renunció a un nuevo período en Diputados y le dejó su lugar en la lista de Santa Fe a una joven de La Cámpora. Al parecer, desde la Rosada le ofrecieron un cargo importante en Economía, aunque no como ministro.

Los sucesores

El sucesor de Aníbal Fernández es otro de los temas que analiza la Presidenta. Esa lucha parece haber quedado entre Florencio Randazzo y Juan Manuel Abal Medina, quien había sonado muy fuerte como compañero de fórmula de Cristina. De conseguir ese lugar, el secretario de Comunicación Pública conservaría el manejo sobre la pauta oficial. Un presupuesto para nada despreciable.

En el oficialismo se sabe que la gestión de Julio Alak al frente de Justicia está concluida. Lo reemplazaría el santacruceño Nicolás Fernández, muy cercano a los Kirchner, a quien se le vence el mandato como senador. Ya empezó a interiorizarse sobre el manejo del ministerio.

Para el ministerio de Agricultura suena muy fuerte Omar Perotti, quien consiguió el segundo lugar en las internas santafesinas y se convirtió en una pieza clave de la estrategia electoral de esa provincia. De aceptar ese lugar, tendría que renunciar a su banca en el Congreso -cargo que ya tiene garantizado por ocupar el primer puesto en la lista-.

Es en base a todos estos posibles cambios que en el oficialismo califican de "políticamente torpe" la renuncia de Schmidt, quien se enojó por haber si desplazado al sexto lugar en la lista. Varios de los dirigentes que aparecen primeros en las boletas, pasarán a ocupar cargos ejecutivos, dejándo lugar a los más desplazados en las listas. Bajo esta lectura, el sindicalista se autoexcluyó del cámara baja.

Los rumores acerca de un alejamiento de De Vido siguen creciendo. La Presidenta analiza una profunda reestructuración para esa cartera, aunque es sólo un proyecto. Planificación sería desmembrado en un ministerio de Energía y uno de Obra Pública. Para Energía, se estaría reservando un lugar para Iván Heyn, de La Campora, que preside la Corporación Puerto Madero.