Cristina Kirchner eliminó a Patricia Fadel de la lista de diputados nacionales por Mendoza y en su lugar impuso a Anabel Fernández Sagasti, una abogada de 28 años que milita en La Cámpora. La nómina la liderará Guillermo Carmona un diputado provincial con peso en la provincia y paso por la secretaría de Ambiente de Cesar Jaque.

El actual gobernador fue el más golpeado de todos: quedó fuera de la lista de diputados pese a las peregrinaciones que esta semana hizo por la Casa Rosada.

El mendocino que tiene despacho ahí es Juan Carlos “Chueco” Mazzón, histórico operador del PJ. De su riñón es Fadel, quien fuera diputada y senadora en Mendoza y en 2003 arribó al Congreso.

Habituada a la negociación parlamentaria, pronto tomó vuelo en el bloque kirchnerista hasta convertirse en secretaria parlamentaria, o sea, la encargada de definir a los presentes y los ausentes en cada sesión.

Desde diciembre de 2009 se convirtió en vicepresidenta segunda de la cámara y le dejó su cargo a la bonaerense María Teresa García, con quien asiste las reuniones de labor parlamentaria en representación del kirchnerismo.

Pero la fidelidad K tuvo una grieta nunca saldada en la Casa Rosada: su militancia en contra de la ley de matrimonio gay, promovida estratégicamente por el Gobierno y finalmente aprobada con el voto de Néstor Kirchner.

Con oficio, Fadel telefoneó a sus pares y logró que la mitad rechazaran el proyecto, que fue aprobado sólo por el apoyo de partes del resto de los bloques.

En noviembre último no la pasó bien: su nombre recorrió los medios nacionales por haber sido denunciada por la diputada Cyntia Hotton de ofrecer coimas a cambio de ausentarse en la votación del presupuesto.

La denuncia no prosperó ni en la justicia ni en el congreso y días después Fadel fue reelegida por todos los bloques como vicepresidenta segunda de la Cámara.

Días pasados, la mendocina reconoció en su provincia que su historia como diputada terminaría el 10 de diciembre y adelantó que en esa fecha podría recaer en algún cargo nacional. Ese beneficio dejaría de tener su histórico jefe, Mazzón, a quien podrían dejar sin su histórica oficina de la Casa Rosada.

Fernández Sagasti tiene 28 años y no tendría problemas en desembarcar en el Congreso: los pronósticos son que radicales y kirchneristas se repartan dos diputados nacionales cada uno.

La joven, bendecida por Andrés “Cuervo” Larroque, ya tenía otro motivo para festejar el 23 de octubre, cuando también se harán las elecciones mendocinas: su novio Lucas Llardo será candidato a diputado provincial por el PJ mendocino, con posibilidades reales de obtener una banca.