Nilda Garré volvió a mostrarse ayer en un foro de seguridad junto al periodista Horacio Verbitsky. Pero esta vez, fue algo más medida en sus palabras, después de la polémica que despertó la semana pasada, cuando disparó munición gruesa contra la Policía Federal.

“Hay algunos malos comisarios que son parte del problema de la seguridad”, afirmó, pero enseguida agregó que “la enorme mayoría de los policías realiza su trabajo con esfuerzo, bajas remuneraciones y riesgo”.

Garré adelantó que buscará armar en la Ciudad de Buenos Aires “una red” con vecinos y organizaciones sociales que permitan “definir con mayor precisión el mapa del delito real y concreto”.

La ministra de Seguridad elogió el operativo de conjunto de la Federal y la Gendarmería con el que ayer por la mañana desalojaron la calle 12, lateral a la villa 31 de Retiro.

También anticipó que los ocupantes de las ex bodegas Giol serán desalojados y el edificio demolido y sugirió que “es posible” que haya punteros políticos detrás de las tomas de terrenos, aunque dijo no tener pruebas.

Garré aprovechó para volver a pegarle al gobierno porteño por su plan de custodiar con seguridad privada los hospitales. “Cada vez que lo veo, le pregunto a (Mauricio) Macri, a qué se dedica la Policía Metropolitana. Y aún no lo sé”, recordó.

En un seminario sobre políticas de seguridad realizado en el Centro Cultural Borges, Garré volvió a reclamar que los medios “muchas veces distorsionan, amplifica o dan una noticia de manera parcial” o “repiten demasiadas veces (una información), lo que potencia la sensación de angustia que genera un hecho de violencia o un hecho delictivo”.

Al terminar la charla, Garré se marchó conversando con el ex ministro León Arslanián, que la había seguido desde la primera fila.