28 de abril, 2024
Hillary le pidió disculpas a Cristina por las filtraciones de los cables
La Secretaria de Estado llamó a la Presidenta para "dar explicaciones" por las filtraciones de los cables y ratificar que la Argentina sigue siendo para el gobierno de Obama un aliado muy importante, según fuentes de la Embajada de EEUU. Anoche el número dos de Hillary Clinton, William Burns, había hablado con el canciller Héctor Timerman.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se comunicó hoy telefónicamente con la presidenta Cristina Kirchner, para "dar explicaciones" por las filtraciones de los cables diplomáticos en los que aparece ella solicitando a sus diplomáticos que investiguen la "salud mental" de la Presidenta, si tomaba algúna medicación y cuestiones por el estilo.
La comunicación se realizó a las 14.30, según informó la agencia oficial Telam, citando a la embajada de Estados Unidos (EEUU) en Buenos Aires.
"Hablaron sobre la importancia de nuestra relación. Ella (Clinton) expresó que lamentaba la difusión de los documentos confidenciales'', dijo más tarde en conferencia de prensa el vocero del Departamento de Estado Philip Crowley.
En la conversación "la presidenta Fernández Kirchner continuó expresando la importancia y la amistad'' que tiene con Estados Unidos, agregó.
Anoche el número dos de Hillary Clinton, William Burns, ya había hablado sobre este tema con el canciller Héctor Timerman. El Gobierno esperaba una llamada de la funcionaria estadounidense, tal como lo había hecho con diversos líderes mundiales que también fueron salpicados por el escándalo.
Clinton avanzó así en el vía crucis que se impuso, de llamar personalmente a cada uno de los presidentes de los países expuestos por la masiva filtración de cables de la diplomacia norteamericana -250 mil despachos- filtrados por Wikileaks.
El capítulo argentino de la filtración mezcla despachos de naturaleza casi chismosa, como los comentarios de Sergio Massa y Alberto Fernández sobre Néstor Kirchner; las opiniones superficiales de un consejero sobre Aníbal Fernández; con temas más serios como la falencias de Argentina en el combate al lavado de dinero o estrategias para acercar a Cristina y aislar a Chávez.
Más temprano, la vocera de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, Shannon Farrell, tuvo que salir a das explicaciones por segundo día consecutivo.
"No somos espías. No hacemos espionaje, recabamos información igual que un abogado o un periodista. El hecho de que lo hagamos en privado no significa que seamos espías", argumentó la vocera, visiblemente compungida.
La comunicación se realizó a las 14.30, según informó la agencia oficial Telam, citando a la embajada de Estados Unidos (EEUU) en Buenos Aires.
"Hablaron sobre la importancia de nuestra relación. Ella (Clinton) expresó que lamentaba la difusión de los documentos confidenciales'', dijo más tarde en conferencia de prensa el vocero del Departamento de Estado Philip Crowley.
En la conversación "la presidenta Fernández Kirchner continuó expresando la importancia y la amistad'' que tiene con Estados Unidos, agregó.
Anoche el número dos de Hillary Clinton, William Burns, ya había hablado sobre este tema con el canciller Héctor Timerman. El Gobierno esperaba una llamada de la funcionaria estadounidense, tal como lo había hecho con diversos líderes mundiales que también fueron salpicados por el escándalo.
Clinton avanzó así en el vía crucis que se impuso, de llamar personalmente a cada uno de los presidentes de los países expuestos por la masiva filtración de cables de la diplomacia norteamericana -250 mil despachos- filtrados por Wikileaks.
El capítulo argentino de la filtración mezcla despachos de naturaleza casi chismosa, como los comentarios de Sergio Massa y Alberto Fernández sobre Néstor Kirchner; las opiniones superficiales de un consejero sobre Aníbal Fernández; con temas más serios como la falencias de Argentina en el combate al lavado de dinero o estrategias para acercar a Cristina y aislar a Chávez.
Más temprano, la vocera de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, Shannon Farrell, tuvo que salir a das explicaciones por segundo día consecutivo.
"No somos espías. No hacemos espionaje, recabamos información igual que un abogado o un periodista. El hecho de que lo hagamos en privado no significa que seamos espías", argumentó la vocera, visiblemente compungida.
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Para nosotros fue una llamada muy positiva, que duró casi veinte minutos, Además, resaltó que Argentina está entre los primeros países en recibir la llamada de Clinton y que a otras naciones las llamadas las realizan funcionarios de menor rango. El canciller argentino, Héctor Timerman, también dialogó anoche sobre el asunto con el subsecretario adjunto para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, William Burns. Por su parte, el ministro de Economía de Argentina, Amado Boudou, consideró una vergüenza para Estados Unidos la filtración de cables diplomáticos. Seguramente no está en el corazón de lo que investiga Estados Unidos en el resto de los países este nivel de pavadas. Creo que, en todo caso, es una vergüenza para ellos y no para Argentina. El sitio de internet Wikileaks comenzó a publicar el domingo varios de los más de 250.000 cables diplomáticos estadounidenses a los que ha tenido acceso, muchos de ellos con revelaciones embarazosas para Washington. Cinco medios de EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania y España tuvieron acceso por adelantado a los cientos de miles de telegramas diplomáticos, en una filtración que ha puesto en un brete a la diplomacia estadounidense y ha revolucionado a las principales capitales del mundo. El conflicto de EE.UU sirvió para que nuestra presidenta tenga un 80,1% de imagen positiva. La Presidenta obtendría el 53,6%, intención de voto para las elecciones del año próximo. CRISTINA DE KIRCHNER PRESIDENTA 2011. FUERZA CRISTI.