Mauricio Macri está convencido que algo cambió en su relación con Eduardo Duhalde. Según la información que maneja, el ex presidente ya no lo tiene como “el” candidato a presidente para apoyar al final del camino.
Por eso, para presionar al peronismo federal para que se incline por su postulación está analizando una jugada arriesgada. Estudia adelantar las elecciones porteñas para marzo o abril. La candidata sería Gabriela Michetti y Macri cree que un triunfo del PRO en la Capital lo dejaría posicionado como el candidato indiscutido del peronismo opositor.
Para eso cuenta con que Pino Solanas finalmente se presente como candidato a Presidente. Si por el contrario el cineasta compite en la Ciudad, Macri corre el riesgo de quedarse sin nada. Esto es que Pino gane el gobierno porteño y por esa misma derrota, Macri quede fuera de la presidencial.
En el entorno de Michetti no descartan la posibilidad del adelantamiento pero según precisaron a LPO, la idea que tendría el aval del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, aún no tiene un correlato concreto en sus planes a corto plazo.
Por otro lado, sectores más afines al Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta –quien continúa trabajando por su propia candidatura- reavivan el fantasma de lo que le sucedió a Jorge Telerman con la jugada del adelantamiento de elecciones en el 2009: al perder frente al PRO en el mes de mayo, quedó hasta el 10 de diciembre en una especie de “co-gobierno”, y con un poder deslegitimado.
Pero mientras larretistas y michettistas hacen cada uno su propio juego, Macri presentó el viernes en Córdoba una “Agenda nacional de políticas públicas”, con la que intenta consolidar el proyecto nacional de PRO.
En un evento organizado por la Fundación Pensar -el think thank de equipos técnicos que dirige Miguel Braun y que integran Laura Alonso, Carlos Walter y Pablo Tonelli, entre otros- Macri declaró: “El fortalecimiento de PRO es mi principal objetivo” y agregó, para despejar dudas: “Mi candidatura presidencial descansa en mi relación con la gente”.
