Sólo hubo un momento tenso durante las tres horas que duró la reunión de Néstor Kirchner con el bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ de la provincia de Buenos Aires: fue cuando Gabriel Bruera realzó la agrupación que lanzó en enero su hermano Pablo, intendente de La Plata, aun cuando en aquella gesta no faltaron muestras de diferenciación con el Gobierno nacional.

El diputado Bruera la puso como un ejemplo de las líneas internas que podrían participar de las internas del PJ del año que viene, ante la insistencia de Kirchner sobre la necesidad de que en esa contienda participen todos los peronistas que andan sueltos y sin rumbo y los aliados que acompañan la marcha del Gobierno. El ex presidente no dejó pasar la osadía del joven legislador.

-Gente mía estuvo en una carpa tuya y de tu hermano y decían que ustedes no apoyaban a Cristina –relató Kirchner.

-No es así. Está mal informado –se defendió Gabriel.

Kirchner frunció el ceño, pero respondió con calma.

-Mirá, yo puedo cometer errores, pero te aseguro que mal informado no estoy. ¿O no Chango? –preguntó y miró en dirección a Héctor “Chango” Icazuriaga, nada menos que el jefe de la Secretaría de Inteligencia y encargado de informar personalmente a Kirchner.

El hermano del intendente insistió en que la anécdota era falsa y obligó a una nueva y última réplica del ex presidente.

-Cuando terminemos la reunión te invito a que repasemos los nombres que me dijeron eso. Peor te aclaro: son amigos tuyos y de tu hermano –lo desafió.

Las fuentes que relataron este diálogo a LPO desconocen si finalmente Bruera juniors se atrevió a corroborar los dichos de Kirchner, pero sí aseguran que durante ese intercambio verbal nadie lo defendió.

No fue una cuestión de temor: en el bloque de diputados fue donde primero se molestaron por el temprano lanzamiento del jefe comunal platense, sobre todo porque en el verano no tuvo mejor idea que pintar las paredes de la provincia con la fórmula Bruera-Massa.

Varios diputados enfurecieron al encontrarse esos apellidos impregnados en sus distritos. Pero hubo más: los apellidos estaban escritos con una letra conocida para los políticos platenses con experiencia en campañas electorales; o sea, se sabía que las ilustraciones las había mandado a hacer Bruera.

Uno de los más ofuscados en las primeras reuniones de bloque fue Fernando “Chino” Navarro, segundo de Emilio Pérsico en el Movimiento Evita y ya por el quinto año como diputado.

También se exaltaron los de la franja costera de la provincia, donde Bruera intentó aprovechar el movimiento turístico para hacerse conocer. Con Kirchner enfrente, su hermano intentó justificar todo. Pero el ex presidente le dejó claro que esas andanzas no serían gratis. Y nadie dijo nada.

El desencuentro

La tirantez entre Kirchner y los Bruera empezó con la campaña electoral del año pasado, cuando el intendente y el hermano, quien lideró la lista de candidatos a diputados provinciales por el distrito, intentaron diferenciarse del entonces aspirante a una banca en el Congreso.

Tanto fue así que además de la boleta del Frente Justicialista con Kirchner al margen izquierdo arrojaron al cuarto oscuro otra en la que sólo aparecían los candidatos locales y seccionales. Y fue esa papeleta la que repartieron por el centro de la ciudad.

Kirchner advirtió esa maniobra como también los esfuerzos que Bruera hizo por ocultar su visita a la ciudad durante la campaña. “Me llevó a un descampado, yo conozco La Plata”, protestó aquella vez el ex presidente ante otros dirigentes platenses de su confianza, rememorando sus épocas de estudiante de abogacía.

Los resquemores nunca cesaron. Y en paralelo a la Corriente Peronista Platense emergieron agrupaciones con dirigentes ligados al Gobierno Nacional, como el ex intendente y ahora ministro de Justicia Julio Alak, el senador provincial Guido Carlotto, el jefe del Movimiento Evita Emilio Pérsico; el secretario de Medio Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni; y los diputados nacionales Remo Carlotto y Ariel Passini, entre otros.

En cenas y tertulias varias también se anotaron el jefe de Gabinete de la provincia Alberto Pérez, el director de Educación Mario Oporto y los ministros provinciales Ricardo Casal (de Justicia y Seguridad), Oscar Cuartango (Trabajo). La resistencia a Bruera fue el denominador común de cada reunión.