El presidente provisional del Senado, José Pampuro, volvió a marcar su diferencia respecto a la intransigencia que el kirchnerismo muestra en cada negociación legislativa.

A cargo de la Cámara alta, como cada vez que la presidenta viaja y Julio Cobos toma la administración de la Casa Rosada, el bonaerense convocó para mañana a una reunión de labor parlamentaria con el objetivo de conseguir que el miércoles se celebre la primera sesión del año.

A esta tarea se abocó hoy con llamados telefónicos a Gerardo Morales, jefe del bloque UCR; Adolfo Rodríguez Saá, coordinador de los peronistas opositores; y el propio Miguel Pichetto, titular de la bancada del Frente para la Victoria-PJ, en la que Pampuro es uno de los 32 integrantes. Tras los llamados, informó que a todos les pidió  "hacer un esfuerzo para sesionar el miércoles".

Según contaron a LPO fuentes del Congreso, los tres habrían coincidido en que la única forma de que el Senado comience a funcionar es que se dejen de lado por un tiempo los temas que impiden consensos, como son el pliego de Mercedes Marcó del Pont como presidenta de la Cámara alta todavía pendiente; y la coparticipación del impuesto al cheque, iniciativa que alarma a la Casa Rosada.

El kirchnerismo tampoco quiere saber nada con la derogación del Decreto de Necesidad y Urgencia, que creó el fondo del Bicentenario; ni el pedido de interpelación al ministro de Economía, Amado Boudou, y la convocatoria a la bicameral que evalúa la conducta de los funcionarios del Banco Central, con el propósito de que estudie el accionar del Directorio.

La sesión fue convocada por Cobos antes de tomar la presidencia e incluyó una citación publicada hoy en el diario Clarín, tal como dispusieron el miércoles los 36 opositores que, por tercera vez, no lograron quórum para empezar la sesión

Para juntar la mayoría requiere de un solo voto más y el kirchnerismo, que reúne 35 entre propios y aliados, no está dispuesto a habilitar la sesión si tras ello debe soportar que se apruebe la coparticipación del impuesto al cheque.

Eso ocurriría porque varios oficialistas acompañarían esa medida aunque, rarezas de estas épocas, no están dispuestos a habilitar el quórum para que se debata. Por sus ausencias recurrentes, Carlos Menem es el senador que no entra en esta cuenta, pero sigue siendo decisivo.

En la oposición ya avisaron que se sentarán todos los miércoles a la espera de la sesión. La paralización de la Cámara alta mantiene suspendidos miles de proyectos algunos de envergadura, como la prórroga de la ley de mediación. También esperan ser tratados acuerdos de magistrados, personal de fuerzas armadas y embajadores.

El acuerdo más importante, sin duda, es el de Marcó del Pont, para el que el kirchnerismo tendría los votos necesarios, ya que a sus 35 le sumaría el de las senadoras del peronismo opositor Roxana Latorre y María José Bongiorno, quienes avisaron su conformidad.

Pero Bongiorno no estará el miércoles, ya que fue internada por un problema cardíaco y se quedaría en su provincia de Río Negro. Otro voto opositor que podría apoyar a Marcó del Pont sería el de Carlos Menem, quien en reuniones de comisión ya dijo que por su pasado como presidente, no le gusta la idea de rechazar pliegos.

De todos modos, hasta que el pliego no se trate la economista podrá seguir en su cargo, lo que le quita urgencia a este trámite.