“¿Un ingenio azucarero en el que está metido Fellner y Morales?” respondió el desconcierto de un periodista jujeño ante la curiosidad de LPO. “No, seguro están equivocados: esos dos no se pueden ni ver”, corroboraron, y por las dudas, aseguraron que nadie de ningún medio local sabría nada de eso “porque sino, ya nos hubiésemos enterado”.

Hay que echar culpas a la ingenuidad, o bien, al silencio que alquila la pauta oficial de Jujuy: Así como ahora el kirchnerismo y la oposición ensayan una suerte de diálogo tendiente a un acuerdo que calme los hervores políticos disparados por el uso de las reservas, esta convivencia entre radicales y kirchneristas es más que viable a nivel político y sería “conveniente” en el plano económico.

Los principales acreedores en la quiebra del ingenio azucarero “La Esperanza” son el fisco nacional y el fisco provincial. El conflicto por dicho predio es arrastrado desde hace ya varios años: mientras oposición y gobierno aún se sientan en busca de un acuerdo, detrás de esos mismos intereses está el conflicto por La Esperanza, una puja que también llevan adelante los propios vecinos y los 2200 trabajadores que no quieren perder sus puestos laborales en la hacienda ubicada en San Pedro.

Tanto el presidente de la Cámara de Diputados, el kirchnerista Eduardo Fellner, como el senador radical Gerardo Morales, estarían interesados en que de ese ingenio azucarero –que ocupa una superficie de 70 mil hectáreas y valuado en más de 40 millones de dólares- se haga un emprendimiento inmobiliario.

"Cosas en común"

“No sólo los une el ingenio azucarero, tienen muchísimas otras cosas en común”, le aseguró el ex diputado justicialista Carlos Snopek a LPO, y agregó: “Más allá de las cuestiones tangibles, tienen varios acuerdos. Buena parte de las tierras de ‘La Esperanza’ valen más que las que pueden encontrarse en La Pampa húmeda”, asegura el ingeniero del Partido Blanco de los Trabajadores.

En concordancia con lo sostenido por Snopek, fuentes periodísticas del lugar se atrevieron a confesarle a este medio que “hay muchos indicios que evidencian una alianza entre Fellner y Morales, que acá, es el dueño absoluto de la UCR. En los medios son enemigos, pero en la provincia, los radicales le aprobaron de todo –inclusive presupuestos- sin problemas al gobernador Walter Barrionuevo, alineado con la Rosada. Hay un doble discurso, muy distinto acá que en Buenos Aires”.

A su vez, las voces de los medios locales recuerdan que “los radicales llegaron a votarle al peronismo local que ingrese en el Superior Tribunal de Justicia Sergio Jenefes, hermano del senador del Frente para la Victoria Guillermo Jenefes. Sergio es cuestionado por haber sido funcionario en la dictadura militar”.

En los pasillos del Congreso tampoco es un secreto el vínculo que el oficialista Fellner sostiene con Morales. “No es una locura, para nada”, le deslizaron a LPO con suspicacia en uno de los despachos que ocupa un legislador jujeño en el Parlamento.

El avenimiento, la clave

El negocio en la quiebra de “La Esperanza” está en el levantamiento de la quiebra por avenimiento: suerte de negociación entre el fallido y sus acreedores, levantando justamente la quiebra luego de saldar los rojos y sin dejarle antecedentes al deudor.

En este caso particular, Snopek entiende que Fellner y Morales podrían llegar a conseguir el avenimiento, “arreglarle las cuentas al Estado”, obteniendo una participación en el acuerdo: “Como los principales acreedores son el Estado Nacional y el Provincial, si van a un arreglo, tendrán que pagarle a esos acreedores, y si conocen de antemano las condiciones, tienen ventajas para lograr el avenimiento”.

En caso de lograr el avenimiento, “La Esperanza” podría llegar a quedar en manos de un puñado de empresas o grupos inversores, a un precio muchísimo menor al valor real. Para dar con dicha negociación, el fisco debe aceptar el acuerdo, y al ser el propio Estado el fisco en este asunto, “es aquí donde cobra importancia la intervención del poder político”, explica Snopek.

Por último, el ex diputado denuncia que de concretarse el avenimiento, “sería un procedimiento muy poco transparente”. El ingeniero sostiene que con mayor inversión –parte del reclamo que sostienen los trabajadores de dicha hacienda-, el ingenio azucarero podría llegar a producir hasta unas 20 mil hectáreas de caña de azúcar por año contra las casi 9 mil que actualmente trabaja.

Como antecedentes de otro negocio entre el kirchnerismo y la UCR local, Snopek menciona el arreglo por la finca “El Pongo”, “pero hay muchos otros más”, afirma. El ingenio en cuestión iba a licitarse en 2008, pero el gobierno provincial frenó dicho proceso: los pliegos llegaron a estar a la venta.

Con La Esperanza sobre el tapete, oficialismo y oposición acordarán algún destrabe diplomático para la situación actual. Todo indica que será difícil separar los intereses políticos nacionales de los entramados que fijan la caja en Jujuy.