Se sigue ampliando la lista de funcionarios o políticos que denuncian ser espiados por la Secretaría de Inteligencia. Además del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ex presidente, Eduardo Duhalde, y la jueza federal María Servini de Cubría, según el diario Clarín, a tres jueces de la Corte Suprema saben que agentes de la SIDE los está “caminando”.

Uno de ellos fue avisado directamente por allegados y amigos de que los espías habían estado hurgando en su pasado y su vida familiar, aseguró el matutino esta mañana.

La Corte busca cada vez más la independencia completa del poder político y planea reunirse con los presidentes ambas cámaras legislativas para impulsar un proyecto de ley en el que solicita que se le reconozcan atribuciones para administrar y disponer del dinero judicial sin pasar por la Jefatura de Gabinete ni por el Consejo de la Magistratura.

Sólo para 2010 hay en juego unos 4.500 millones de pesos. De no aprobarse la iniciativa, la Justicia seguirá dependiendo de otro poder para gastar sus fondos y tendrá que pedir autorización a la Jefatura de Gabinete para mover partidas.

Esta independencia económica de la Justicia viene de la mano con la que ya está mostrando en varias cámaras y juzgados que hoy investigan resonantes casos de corrupción e irregularidades en distintas esferas del poder.

El juez Norberto Oyarbide investiga la venta de medicamentos truchos, donde funcionarios del Ministerio de Salud, sindicalistas y empresarios aparecen relacionados en una mafia. Pero no es el único caso que tiene, comparte con Bonadío ir tras los pasos del presunto enriquecimiento ilícito del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

Y la jueza Servini de Cubría tiene en su despacho la causa sobre los fondos con que se financió la campaña de Cristina Kirchner, una investigación que la llevó a librar una pelea con la Casa Rosada.

Ya la semana pasada encontró un micrófono en su oficina. "Lo tomo como una intimidación", dijo entonces la jueza.

Pero no fue lo único que vio la magistrada. Tres días más tarde según el diario Clarín, en la concurrida esquina de Santa Fe y Coronel Díaz, encaró a dos policías que estaban de servicio y les reclamó: "Detengan a esos dos hombres, son de la SIDE y me están siguiendo". Sin reconocer a Servini de Cubría, los policías se quedaron asombrados por el pedido, y no actuaron veloces. "Hagan lo que les ordeno, soy una jueza federal", les gritó. Cuando los policías entendieron qué estaba pasando, los dos hombres habían desaparecido.