Una insólita situación se vivía esta noche en el plenario de comisiones convocado para emitir el dictamen de la nueva ley de medios, cuando con la discusión todavía abierta y la lista de oradores sin cerrarse, se supo que el kirchnerismo ya había convocado a una sesión para mañana a las 10 para tratar la norma.

El escándalo estalló cuando al enterarse de esto, la diputada Graciela Camaño (que se acaba de pasar al peronismo disidente) se apresuró a presentar un dictamen por la minoría. Grande fue su sorpresa al comprobar que la Mesa de Entradas estaba cerrara.

Al consultar al diputado Gustavo Marconato, que preside el plenario de comisiones, este se limitó a decirle que “deje el dictamen a resguardo de la comisión, que mañana vemos como resolvemos, la verdad que ahora no sabría decirle como se resuelve esto legalmente”.

Es que al estar cerrada la Mesa de Entradas (simplemente porque el personal terminó su horario de trabajo y se retiró), no esta claro como hará el oficialismo para presentar el dictamen de mayoría que se seguía discutiendo al cierre de esta edición y podría terminar de aprobarse en la madrugada, y al mismo tiempo lograr que mañana a las 10 el proyecto este impreso y distribuido entre los legisladores, tal como exigen las costumbres parlamentarias.

Un debate express

La desprolijidad mencionada se vincula con la inaudita presión que le imprimió durante toda la jornada el oficialismo al tratamiento de la ley, para que el dictamen salga lo antes posible, lo que generó no pocos enojos entre los diputados de la oposición y los aliados de centroizquierda del Gobierno.

Es que el Gobierno se había comprometido a enviar el proyecto con las modificaciones que le introdujo Cristina Kirchner (la principal el veto a las telefónicas) a sus aliados de centroizquierda ayer a las 19. Sin embargo, como confirmó a La Política Online, Julio Raffo, asesor del diputado Claudio Lozano: “nos lo dieron 20 minutos antes que empiece la reunión de las comisiones”.

Así, al iniciarse el debate a las 14, los diputados presentes no tenían en su mayoría una copia del nuevo proyecto que incluía 215 modificaciones al texto original, introducidas ayer por la Casa Rosada. Los legisladores se tuvieron que conformar con tomar nota a mano sobre el texto viejo de las modificaciones que durante tres horas leyó un un secretario de la comisión.

Esto motivó que a las 17.30 el diputado Carlos Raimundi, del bloque SI aliado del kirchnerismo, solicitara un cuarto intermedio para poder leer con tranquilidad el nuevo proyecto. Marcotano lo acotó a una hora y media, lo que motivó la risa de los presentes, ya que la norma tiene más de 150 páginas. Pero así fue y a las 19, el plenario de comisiones retomó su tarea.

Las objeciones de la oposición

El diputado de la Coalición Cívica, Fernando Iglesias, cuestionó el “presidencialismo” del proyecto. “Hablan de una ley de espíritu parlamentaria, pero en el texto se nombra 31 veces al Poder Ejecutivo y nunca al Congreso”, afirmó.

En tanto que su colega de bancada, Juan Carlos Morán, señaló que en el artículo 5 de la ley se afirma que “ante cualquier interrogante que plantee la ley hay que remitirse a un decreto de la Dictaduda de Lanusse del año 1972, o sea, que la ultima palabra de la ley la tiene un decreto de la Dictadura”. Se trató de una chicana que apuntó a cruzar el discurso kirchnerista que impulsa la norma para “terminar con la ley de la Dictadura”.

Los legisladores de la oposición también objetaron el artículo 32 que dice que las licencias de todas las radios y canales de televisión importantes (esto es los que emiten en un radio mayor los 50 kilómetros en el caso de las radios o los canales de ciudades de más de 500 mil habitantes)las adjudique directamente el Poder Ejecutivo.

En esa línea, el diputado Iglesia señaló que la idea de dividir el espacio de medios en “un tercio para el Gobierno, otro tercio para los privados y otro para las ONG, va a conformar un monopolio de tres patas”. Iglesias dijo que “con esta estructura el Gobierno se queda con un tercio para los medios del Estado, el otro de los privados se lo da a empresarios amigos porque la adjudicación directa la hace el Ejecutivo, y el de las ONG va a terminar con una radio para Luis D Elía, otra para la CGT y ninguna para la CTA”.

Iglesias también criticó que la ley no regulara la publicidad oficial, y dijo que “por ejemplo, en lo que hace a diarios, la mayor parte de la pauta oficial se la lleva Página 12 con una tirada que comprende a Verbitsky, su familia amigos”.

Por su parte, la radical Silvana Giudice, una de las más acérrimas opositoras a la norma, cuestionó que la ley “disponga que quien compra un medio debe demostrar el origen de los fondos; mientras la AIP saca un blanqueo que habilita la inversión en medios audiovisuales, sin explicar el origen del dinero”.

Telefónicas y problemas de estructura

La decisión de Cristina Kirchner de vetar el ingreso de las telefónicas allanó el camino al acuerdo con los bloques de centroizquierda, pero estos durante todo el debate empujaban que el dictamen contuviera una prohibición explícita y no que esta surja por omisión (ver nota adjunta). Sin embargo, hasta el cierre de esta edición el oficialismo no aceptó esa postura, lo que sin embargo no ponía en riesgo el apoyo de esos sectores a la ley.

El otro punto que el kirchnerismo cedió a estos sectores fue la modificación de la estructura del ente controlador que se crea (ver nota adjunta). El legislador de la Coalición Cívica, Juan Carlos Morán, sin embargo criticó la nueva composición: “pasamos de un ente presidencialista a uno kirchnerista”, afirmó.

El organismo, con la última modificación, pasó de tener 5 a 7 miembros. Morán sostuvo que “de los 7, el presidente y un director los nombra el Poder Ejecutivo; luego otros 3 se reservan uno para cada minoria del Congreso y los últimos 2 son a consideración del consejo asesor (otro organismo que se crea), que lo integran 37 miembros, incluidos uno por provincia, que como se sabe en su mayoría son peronistas”, señaló, para concluir “con esta conformación el oficialismo va a tener 5 miembros sobre 7, de manera que Kirchner va a manejar la ley de medios hasta el 10 de diciembre del 2013, porque los miembros se renuevan dos años exactos después de cada presidente”.