El saliente subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon sorprendió ayer cuando manifestó que en Estados Unidos "surgieron preguntas serias" respecto de si la región estaba "capacitada" para avanzar en una agenda de integración y puso como el momento de cuestionamiento la Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata en 2005, en la que el ex presidente George Bush fue insultado por un grupo de piqueteros que participaban de la Contracumbre organizada por Evo Morales, Hugo Chávez y Fidel Castro.

De esta manera, la administración de Barack Obama marcó una clara diferencia con Cristina Kirchner, quien hoy busca acercarse a Estados Unidos y que evaluó aquella cumbre como un “punto de inflexión” en las relaciones con el gobierno norteamericano.

Según el diario La Nación, las palabras de Shannon causaron asombro y fueron uno de los temas de comentario de los asistentes a la 39º edición del Consejo de las Américas, reconocido foro privado que reúne empresas y asociaciones con intereses en la región, que deliberó auspiciado por el Departamento de Estado.

Sugestivamente, el funcionario norteamericano lo manifiesta una semana más tarde de que el piquetero ultrakirchnerista, Luis D´Elía haya confesado en un día de furia que fue el propio Néstor Kirchner quien le dio la orden de organizar la Contracumbre en 2005 cuando él era presidente.

La semana pasada, antes de que cerraran las listas de candidatos para las próximas elecciones legislativas, el D´Elía criticó abiertamente al ex mandatario y le reclamó más espacio en el armado político del PJ para los comicios. Realizó numerosas apariciones en los medios y hasta organizó una marcha para meter presión –un acto que terminó fracasando-. Al margen del resultado que consiguió el piquetero, algo quedó en claro. Los secretos mejor guardados –hasta ahora-. En diálogo con el programa Puro Periodismo de radio El Mundo había confesado: “Yo le digo a Kirchner que cada vez que él necesitó que alguien haga una tarea difícil, complicada, con costos, me llamó y yo lo hice. Por ejemplo, cuando se hizo la Cumbre de las Américas en Mar del Plata. Me mandó a juntarme con Fidel Castro, con quien me reuní una hora, para organizar la Contracumbre”.

Palabras pronunciadas en un momento de furia y presión, pero que fueron decantando en la administración de Obama y que hoy pueden cambiar toda la estrategia de relaciones bilaterales.