Además de que analizaron como inconveniente el momento para anunciar medidas de fuerza por el desastre en Tartagal, otra de las razones por la cual la Mesa de Enlace decidió frenar el paro fue una seria esperanza en la reunión que un rato después tendría el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, con la presidenta Cristina Kirchner. Finalmente, el avance fue escaso y, lo más importante, el pedido de suspender las retenciones fue totalmente desestimado.

El mandatario santafecino se comunicó permanentemente ayer con los dirigentes agrarios reunidos en Buenos Aires y hoy los espera en su provincia. Allí, por intermedio de asesores, pidió esperar para anunciar el cese de comercialización hasta el cónclave con Cristina, a quien tuvo que esperar 80 minutos, repitiendo la jefa de Estado cierta molesta costumbre de llegar tarde a los eventos de su agenda.

Binner llegó con un documento que tenía como prioridad un pedido tomado del campo: la suspensión de las retenciones a los granos por 180 días. La respuesta negativa de la presidenta fue tajante y definitiva. Según su respuesta –y luego repitió el ministro del Interior, Florencio Randazzo-, esa determinación tendría un costo final calculado en 15.700 millones de pesos, lujo que el gobierno en un año electoral y con peligrosos vencimientos de deuda no está en condiciones de darse, parece.

Voceros agropecuarios ya habían alertado ayer a La Política Online –ver “Por qué el campo frenó el paro y complica a la Casa Rosada”- que la intermediación de Binner contaba con un fuerte respaldo y que, de no registrarse un cambio político de aquí al 20 de febrero, fecha impuesta por la Mesa de Enlace para volver analizar la situación, ese mismo viernes al mediodía se anunciaría el paro.

"Esto frena enormemente la posibilidad de salir de la crisis", se resignó el gobernador socialista ante el rechazo de la Presidenta a suspender las retenciones, según informó La Nación. Su documento consistía, justamente, en propuestas para superar la coyuntura internacional.

"La reunión fue muy interesante, duró más de una hora, con una gran deferencia de la presidenta, hubo resultados positivos en cuanto a tener canales abiertos de diálogo para resolver temas puntuales de la lechería, carne, metalmecánica, pero obviamente no hubo acuerdo con el tema de las retenciones, sobre todo de la soja, fundamentalmente porque el gobierno ve un problema fiscal insalvable", aclaró Binner.

Sólo a las 22.10 comenzó la reunión en el despacho presidencial; además de ambos protagonistas estuvieron el jefe de Gabinete, Sergio Massa, Randazzo y los ministros provinciales Antonio Bonfatti y Juan José Bertero.

Entre las propuestas que había traído el gobernador sólo había coincidencias en su pedido de mayor inversión en obra pública. En tres páginas, Binner destacó como prioritario la suspensión por 180 días de las retenciones y la eliminación de las restricciones administrativas para la exportación de productos que no sean destinados al consumo interno.

El mandatario provincial pidió, además, mayor diálogo institucional. Además, planteó la necesidad de recomponer los ingresos de los trabajadores, que, a su entender, debería hacerse a través la implementación de una canasta alimenticia constituida por productos básicos exentos del Impuesto al Valor Agregado (IVA).