28 de abril, 2024
Macri evita a Kirchner y emite Letras para financiar a la Ciudad
El gobierno porteño encontró la manera para que la Nación no le trabe la emisión de deuda, licitó letes por $90 millones. Si bien, desde el Ministerio de Hacienda porteño, aclaran que no es para reemplazar al Bono Tango, fuentes macristas reconocen que es una demostración hacia los K.
El gobierno porteño encontró el mecanismo para eludir a los Kirchner y emitir deuda para financiarse. Luego de que la Nación les trabó el Bono Tango por 1.600 millones de pesos y les impidió completar el canje de préstamos garantizados por 600 millones, el Ministerio de Hacienda va por las Letras del Tesoro, una herramienta que no necesita ningún “listo, bueno” de los K.
Ayer se publicó la licitación de Letes por 90 millones de pesos y mañana se reciben las ofertas.
Con los aumentos de salarios y de precios, más la crisis internacional que aún hoy no se sabe bien qué efectos tendrá en el país, el gobierno porteño se ataja de antemano y busca liquidéz.
Mañana podrán ver quiénes están interesados en prestarle al gobierno porteño y a qué tasa. “No es como el bono –explican a La Política Online desde el Ministerio que maneja Néstor Grindetti- Es una deuda de corto plazo que se paga en el año”. Según el aviso público, en este caso hay dos tipos, las Letras a pagar en 181 días y en 272.
Se invita a fondos de inversión, compañías de seguros, banca privada, entre ortas entidades financieras, para ver si les interesa. “Como la Ciudad de Buenos Aires nunca entró en default es probable que la emisión de Letes sea exitosa”, se entusiasman.
Luego de la presentación formal de las entidades, las autoridades de Crédito Público de la Ciudad deciden a qué tasa está de acuerdo tomar el préstamo. “Lo lógico sería que la tasa que ofrezcan sea un poco por encima de las Lebac, las Letras del Banco Central”, afirman. O sea, se esperan intereses del 13 o 14 por ciento.
El Ejecutivo porteño puede emitir hasta 800 millones de pesos por año. O sea que así como hoy se licitan estos 90 millones, mañana pueden licitar otros 90 y el mes que viene, otros. Así evaden al poder K que le viene trabando todas las gestiones de financiamiento y consiguen los fondos para llevar adelante parte de la gestión en pleno año electoral.
Sin embargo, antes de que surjan las preguntas suspicaces, una fuente del Ministerio de Hacienda aclara: “Esta plata no es para reemplazar el FOISO (Fondo de Infraestructura Social). Esta plata es para tener liquidez, no tiene ningún destino social. Es para tener caja”. Explica que no reemplaza al Bono que el gobierno porteño intentó emitir –sin éxito por las trabas kirchneristas-.
Y otra fuente macrista lo ratifica: “La recaudación tiene picos y valles. Las Letes permiten cortarlos y tener siempre disponible un promedio de plata en la caja”.
Y para que no queden dudas ejemplifica que es como financiar un crédito hipotecario a diez años con plazos fijos a 30 días. “Si financio obras con Letras que tengo que pagar el año que viene, el gobierno se funde”, sintetiza y afirma que “no sólo no se pueden usar las Letras con esos fines por una cuestión conceptual, sino que tampoco se las puede usar por cuestiones legales”.
Los macristas se enorgullecen de esta herramienta que encontraron en la Ley de Administración Financiera que el gobierno porteño tiene hace alrededor de 10 años. Con ella, Kirchner no puede hacer nada para impedir que la Ciudad reciba plata. “Los 90 millones de pesos que se licitaron ahora no es mucho dinero, pero con esta medida salgo al mercado y les mojo la oreja”, se sonríen.
Frenos y trabas K
La jactancia del gobierno de Mauricio Macri tiene un fundamento. El gobierno nacional insistentemente le frena todas las ideas de financiamiento porque busca dificultarle la gestión al PRO cercenándole el poder económico.
Primero lo hizo con el Bono Tango, una de deuda a largo plazo por 1.600 millones de pesos cuyo objetivo era financiar al FOISO. El Ministerio de Economía de la Nación no le dio el visto bueno que se le exige a todos los gobiernos locales cuando emiten deuda pública. Este permiso se estableció con la Ley de Responsabilidad Fiscal, norma a la que en su momento adhirió Aníbal Ibarra y que tenía por objeto vigilar el equilibrio de las finanzas provinciales.
El punto que indignó al macrismo es que la Ciudad cumple con todos los requisitos que la Nación exige y es uno de los pocos distritos que jamás en su historia cayó en default.
Pero no contentos con eso, Kirchner fue por más. Le impidió completar el canje de deuda por 600 millones de pesos en concepto de préstamos garantizados de la Nación –esos títulos que el gobierno nacional tiene que cancelar este año-.
Son créditos que forman parte de un fideicomiso que agrupa a distintos títulos emitidos por la Argentina a fines de los ´90, que formaron parte de política financiera de Fernando De la Rúa. En concreto, es un colectivo de títulos que fueron pesificados y ajustan su capital por CER que fue entregado al filo del fin de 2001.
La idea de Macri era que el Banco Ciudad canjee 600 millones de pesos por éstos créditos garantizados. Pero Kirchner se los negó.
Ayer se publicó la licitación de Letes por 90 millones de pesos y mañana se reciben las ofertas.
Con los aumentos de salarios y de precios, más la crisis internacional que aún hoy no se sabe bien qué efectos tendrá en el país, el gobierno porteño se ataja de antemano y busca liquidéz.
Mañana podrán ver quiénes están interesados en prestarle al gobierno porteño y a qué tasa. “No es como el bono –explican a La Política Online desde el Ministerio que maneja Néstor Grindetti- Es una deuda de corto plazo que se paga en el año”. Según el aviso público, en este caso hay dos tipos, las Letras a pagar en 181 días y en 272.
Se invita a fondos de inversión, compañías de seguros, banca privada, entre ortas entidades financieras, para ver si les interesa. “Como la Ciudad de Buenos Aires nunca entró en default es probable que la emisión de Letes sea exitosa”, se entusiasman.
Luego de la presentación formal de las entidades, las autoridades de Crédito Público de la Ciudad deciden a qué tasa está de acuerdo tomar el préstamo. “Lo lógico sería que la tasa que ofrezcan sea un poco por encima de las Lebac, las Letras del Banco Central”, afirman. O sea, se esperan intereses del 13 o 14 por ciento.
El Ejecutivo porteño puede emitir hasta 800 millones de pesos por año. O sea que así como hoy se licitan estos 90 millones, mañana pueden licitar otros 90 y el mes que viene, otros. Así evaden al poder K que le viene trabando todas las gestiones de financiamiento y consiguen los fondos para llevar adelante parte de la gestión en pleno año electoral.
Sin embargo, antes de que surjan las preguntas suspicaces, una fuente del Ministerio de Hacienda aclara: “Esta plata no es para reemplazar el FOISO (Fondo de Infraestructura Social). Esta plata es para tener liquidez, no tiene ningún destino social. Es para tener caja”. Explica que no reemplaza al Bono que el gobierno porteño intentó emitir –sin éxito por las trabas kirchneristas-.
Y otra fuente macrista lo ratifica: “La recaudación tiene picos y valles. Las Letes permiten cortarlos y tener siempre disponible un promedio de plata en la caja”.
Y para que no queden dudas ejemplifica que es como financiar un crédito hipotecario a diez años con plazos fijos a 30 días. “Si financio obras con Letras que tengo que pagar el año que viene, el gobierno se funde”, sintetiza y afirma que “no sólo no se pueden usar las Letras con esos fines por una cuestión conceptual, sino que tampoco se las puede usar por cuestiones legales”.
Los macristas se enorgullecen de esta herramienta que encontraron en la Ley de Administración Financiera que el gobierno porteño tiene hace alrededor de 10 años. Con ella, Kirchner no puede hacer nada para impedir que la Ciudad reciba plata. “Los 90 millones de pesos que se licitaron ahora no es mucho dinero, pero con esta medida salgo al mercado y les mojo la oreja”, se sonríen.
Frenos y trabas K
La jactancia del gobierno de Mauricio Macri tiene un fundamento. El gobierno nacional insistentemente le frena todas las ideas de financiamiento porque busca dificultarle la gestión al PRO cercenándole el poder económico.
Primero lo hizo con el Bono Tango, una de deuda a largo plazo por 1.600 millones de pesos cuyo objetivo era financiar al FOISO. El Ministerio de Economía de la Nación no le dio el visto bueno que se le exige a todos los gobiernos locales cuando emiten deuda pública. Este permiso se estableció con la Ley de Responsabilidad Fiscal, norma a la que en su momento adhirió Aníbal Ibarra y que tenía por objeto vigilar el equilibrio de las finanzas provinciales.
El punto que indignó al macrismo es que la Ciudad cumple con todos los requisitos que la Nación exige y es uno de los pocos distritos que jamás en su historia cayó en default.
Pero no contentos con eso, Kirchner fue por más. Le impidió completar el canje de deuda por 600 millones de pesos en concepto de préstamos garantizados de la Nación –esos títulos que el gobierno nacional tiene que cancelar este año-.
Son créditos que forman parte de un fideicomiso que agrupa a distintos títulos emitidos por la Argentina a fines de los ´90, que formaron parte de política financiera de Fernando De la Rúa. En concreto, es un colectivo de títulos que fueron pesificados y ajustan su capital por CER que fue entregado al filo del fin de 2001.
La idea de Macri era que el Banco Ciudad canjee 600 millones de pesos por éstos créditos garantizados. Pero Kirchner se los negó.
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