Una insólita pelea entre sindicatos surgió luego de que el gobierno porteño autorizara la colocación de un puesto de diarios en la puerta del Palacio de la Papa Frita, el restaurante ubicado en Corrientes 1612.

En julio de este año, la Legislatura porteña declaró como bar notable al típico restaurante fundado en 1955 que fue un pionero de las papás soufflé, puesto que el local corría riesgo de cierre, lo que hubiera dejado a más de 50 personas sin trabajo.

“Jamás perdió sus clásicos encantos, supo ser un lugar obligado para el turismo y junto al tango, el Obelisco y el Luna Park”, fue el fundamento del proyecto con el que se salvó al Palacio de la Papa Frita.

Sin embargo, esta semana apareció un puesto de diarios en la puerta que tapa la visión del restaurante y desde el gremio de gastronómicos de Dante Camaño, nucleados en la CGT opositora de Luis Barrionuevo, amenazan con intervenir para que lo retiren puesto que consideran que la parada atenta contra el turismo y la afluencia de comensales.

Pero enfrente tienen al gremio de los canillitas del sciolista Omar Plaini, que entrará en guerra si intentan desalojar a sus trabajadores de la transitada vereda de Corrientes y Montevideo.