Un experto en seguridad informática de Estados Unidos confirmó que Alberto Nisman fue espiado por seis semanas antes de su muerte a través de un virus troyano encontrado en el celular del fiscal que permitía escuchar llamadas, capturar la pantalla e interceptar mensajes.

El "cazador de malware", Morgan Marquis-Boire, que escribe en sitios contraculturales como Vibe y The Intercept, anunció ayer durante la conferencia "Black Hat" en Las Vegas que analizó personalmente el troyano que infectó el celular de Nisman y confirmó que se trata de AlienSpy, una herramienta de acceso remoto que permite interceptar llamadas.

El malware había sido descubierto durante las pericias que ordenó la fiscal Fein tras la muerte de Nisman. Sin embargo, los peritos informáticos negaron en ese entonces que permitiera escuchar las llamadas, aunque reconocieron sus limitaciones para determinar los alcances del troyano.

Como explicó el sitio Vice, tras analizar el virus, Marquis-Boire buscó el nombre bajo el cual el troyano ingresó al celular del fiscal en un repositorio online, donde se listan aquellos archivos que fueron detectados por software antivirus y antimalware.  

Según Marquis-Borie, que analizó el caso con Marion Marschalek -otra cazadora de este tipo de software espias-, sólo existía una instancia de un archivo con el nombre "estrictamente secreto y confidencial.pdf.jar" -el mismo que los peritos detectaron en el celular de Nisman-, que había sido cargado tres meses después de la muerte del fiscal desde Argentina o Uruguay.

El virus espía se alojó en el celular de Nisman por seis semanas y permite tener listado de llamadas, leer los chats y tomar imágenes de la pantalla.