Cristina Kirchner logró frenar el proyecto para habilitar el aborto impulsado por Juliana Di Tullio y Diana Conti, durante un duro debate en la comisión de Legislación Penal que tuvo cruces de militantes a favor y en contra tanto adentro como afuera del Congreso, donde debió intervenir la policía para evitar incidentes.
Tras horas de discursos, el proyecto volvió a ser cajoneado por falta de quórum, que sólo fue posible ante la ausencia de diputados del kirchnerismo, con mayoría en todas las comisiones.
A excepción de Remo Carlotto, los ausentes del Frente para la Victoria que permitieron el cojoneo son claros opositores al aborto: José María Díaz Bancalari, Daniel Tomas, Silvia Risko, Graciela Giannettasio y el mendocino Alejandro Abraham, entre otros.
Conti y Di Tullio son reconocidas militantes por el aborto y quedaron heridas cuando el año pasado el presidente de la Cámara Julián Domínguez, de vínculo cercano a la iglesia y al papa Francisco, modificó a último momento el proyecto del Código Civil para considerar la vida desde la concepción.
Ese retoque alejó más la posibilidad de legalizar el aborto y así fue sancionado el mes pasado en Diputados. Furiosa, Conti no se quedó quieta y propuso retomar el trámite para interrumpir el embarazo en la comisión de legislación penal, presidida por Patricia Bullrich.
Se trata de una iniciativa propiciada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con 70 firmas de diputados de todos los bloques y frenada en comisión en 2009 y 2011. La primera vez fue Cristina Kirchner quien llamó a Nora Cesar para cajonearla en la comisión de Legislación Penal.
Ahora quien estalló también fue la presidenta: según pudo saber LPO, hubo una reducida reunión entre diputados para recriminarle al Conti y Di Tullio haber reimpulsado el tema, en medio de una agitada agenda de fin de año con un quórum ajustado en Diputados.
Dos de ellos eran de La Cámpora, uno Eduardo Wado de Pedro, quien para disimular logró que sus compañeros de agrupación defendieran el proyecto en la comisión y curiosamente se retiraran sin permitir una mayoría para emitir dictamen.
Una de las broncas de Wado habría sido que no cree que sea momento para darle un disgusto a Cristina en medio de sus problemas de salud.
Hábil, Bullrich habilitó el tratamiento para mostrar las grietas del oficialismo, pero maniobró para que la ley no prosperara: suspendió el tratamiento del proyecto las 15 a las 17.30, pero oficializó en el primer llamado la falta de quórum y, por lo tanto, la imposibilidad de emitir dictamen. La primera reunión existió pero sólo para tratar temas menores.
Sólo los diputados de izquierda (Pablo López y Nicolás Del Caño) y Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, protestaron cuando advirtieron que el proyecto iba directo al cajón.
Conti tampoco dijo una palabra y menos los diputados de La Cámpora que minutos antes se habían expresado fervorosamente a favor del aborto, como la mendocina Anabel Fernández Sagasti y Horacio Pietragalla.
La idea de los abortistas es tratar el tema antes del 20, cuando vence el período ordinario de sesiones, pero nadie lo cree posible.
El proyecto también tiene giro a las comisiones de Familia y Salud y Salud. La primera la preside Felipe Solá y se excusó por estar de viaje al exterior.
Salud está a cargo de Andrea García, una ladera de Julián Domínguez pero que está de acuerdo con el aborto. En el bloque avisó que si la obligan a convocar la comisión no frenará el proyecto, pero la voluntad de sus pares sería no llevarla a esa situación.
El debate
La sala 1 del 2 piso del anexo se dividió en dos: de un lateral de la mesa en U los pro abortistas (miembros de la campaña nacional, militantes de izquierda y kirchnerista) y enfrente las organizaciones católicas, con más hombres que mujeres y todos liderados por la ex diputada Chintia Hotton.
“Siento que nos están usando: todos los fines de año nos tiran esta bombita”, disparó Hotton cuando pidió ser “creativos” para evitar que una madre quiera pasar por el aborto.
“Las mujeres que se oponen al aborto también abortan. La maternidad obligada es violencia y las mujeres tienen derecho a la vida plena”, arremetió Marta Alanis, de la campaña por el aborto.
Y así fueron y vinieron los argumentos de un lado a otro por horas y horas, con aplausos, abucheos y hasta algunos cruces fuertes como el de la aguerrida puntana Ivana Bianchi, quien acobardó a gritos a la mendocina Fernández Sagasti cuando la vio abuchear a los antiabortitstas.
Como hace dos años, sobre la calle Rivadavia la policía debió intervenir para evitar incidentes. Los abortistas coparon desde temprano en frente del anexo, sólo interrumpidos por militantes católicas que se turnaban para caminar con una pancarta que decía “no al aborto”.
Cuando se acercaron sus compañeros la policía tuvo que hacer un cordón y aprovecharon para instalar un parlante que repite “no al aborto”. A pocos metros los cánticos por el aborto no cesaban. Como hace dos años.
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- 207/11/1402:38La dicotomía "abortista/antiabortista" me parece de muy mal gusto. Nadie promueve el aborto. Los que militamos por la legalización somos "pro aborto legal" y apoyamos la legalización. Del mismo modo podríamos llamar a los mal llamados "antiabortistas" pro clandestinización, ya que eso es lo que promueven.
- 106/11/1411:54Lxs que estamos a favor de que se discuta y se sancione una ley que despenalice el aborto. No somos "abortistas". Estamos a favor de que sea la mujer, que esta atravesada por un embarazo no deseado, la única que decida lo que es mejor para ella en este momento de su vida. Quienes otrxs opinar o decidir x ella?