En el 2006, el kirchnerismo profundizó la intervención en el mercado ganadero, de la mano del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno, y desde ese entonces el sector no consigue levantar cabeza. Es que para los frigoríficos, los resultados fueron sumamente negativos, según repasa un informe de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina(Ciccra).

El trabajo detalla que las exportaciones se desplomaron un 77% entre 2006 y 2014, mientras que la caída de la faena desde el 2009 hasta ahora alcanzó un 25%.

132 fábricas debieron bajar la persiana, lo que implicó la pérdida de 16.650 puestos de trabajo, denuncia el reporte de Ciccra.

Por su parte, el consumo interno de carne bajó desde 68,5 kilos por habitante por año en el 2007 a los 61 actuales.

Para colmo, las medidas del gobierno no lograron frenar el desaforado aumento de los precios. Desde agosto de 2009, el precio de la carne en el mostrador aumentó nada menos que un 350%. “En el caso de la bola de lomo (milanesa) fue peor, pasó de $ 15 a $ 70 por kilo”, puntualiza Ciccra.

Así, la pérdida de stock ganadero llegó a las 10 millones de cabezas.

“Sin tener en cuenta el costo de reconstruir por lo menos 100 de las 132 fábricas cerradas, ni el costo social que implica la pérdida de 16.650 puestos de trabajo, la política antiganadera del gobierno le costó al país la suma de 24.840 millones de dólares”, dispara el informe.

“El costo actual de reposición del stock perdido asciende a 15.700 millones de dólares”, calculan en la entidad.

“La pérdida de producción (que redundó en menores exportaciones y menor oferta doméstica) que se registró desde 2006 al presente equivalió a 9.140 millones de dólares”, concluye el trabajo.