Es sabido que los jugadores de fútbol no suelen gritar los goles cuando se los convierten a los equipos por los que pasaron el pasado. En la anteúltima fecha que se disputó en el Torneo Final, el ídolo de Boca, Juan Román Riquelme, le metió un gol a Tigre y no lo gritó, pese a que nunca jugó en El Matador.

Nadie se hubiera extrañado si lo gritaba y a los hinchas tampoco les importó, puesto que con ese gol le dio la victoria a Boca en el último minuto del partido.

Sin embargo, en el PRO están preocupados y no por si Román grita o no los goles, sino porque creen que los movimientos del 10 de Boca pueden afectar directamente a la imagen política de Mauricio Macri y beneficiar a la del ex intendente de Tigre, Sergio Massa.

Como anticipó LPO, en el PRO le sugieren desde hace semanas al jefe de gobierno porteño que se aleje sutilmente de la dirigencia de Boca para no quedar pegado al mediocre presente futbolístico que atraviesa el club.

Pero si bien Macri evitó últimamente las fotos con el presidente de Boca, Daniel Angelici, no se alejó de las decisiones del club que lo catapultó a la política.

Angelici analiza por estas horas la renovación del contrato de Riquelme, un tema que tiene más pendientes a los hinchas que el campeonato por el que Boca ya no pelea.

El “Tano” está en una encrucijada. Por un lado, Macri le sugirió que no le renueve el contrato a Riquelme, que además de ser el jugador más caro suele lesionarse con frecuencia.

Pero por otro lado, la gran mayoría de los hinchas quiere que Román siga jugando en Boca y de hecho en el partido de ayer contra Arsenal, como un modo de presión hacia Angelici, lo respaldaron con cantitos que advertían que “Riquelme no se va”.

Cerca del Tano señalaron a LPO que el presidente de Boca tiene una idea salomónica: le podría ofrecer a Riquelme un contrato por cada partido jugado, a sabiendas de que Román rechazaría una oferta semejante.

Pero en el PRO creen que por más que el Tano haga esa maniobra, los hinchas de Boca culparán al macrismo por la salida de su ídolo. Y ese no es el mayor temor en el PRO: sospechan que Massa capitalizaría la partida de Riquelme y lo convencería de jugar en Tigre.

Massa tiene una relación excelente con Riquelme y ya intentó llevarlo al club de Victoria el año pasado, como una de sus apuestas fuertes para fortalecer su imagen y encarar la campaña para las PASO de 2013.

Riquelme, por su parte, ha elogiado a la gestión de Massa en más de una oportunidad. "Están haciendo las cosas bien en Tigre. Estoy feliz y Sergio sabe que puede contar conmigo", dijo Román en una ocasión.

Este año, Massa y Riquelme volvieron a mostrarse públicamente en una foto que molestó a Macri. “Para mi siempre es un orgullo estar en Tigre”, señaló en febrero quien, hasta ahora, es el diez de Boca.