Sergio Massa gestiona una visita de Martín Guzmán a la Cámara de Diputados para presentar el proyecto de presupuesto de 2022, que envió el miércoles 15 de septiembre como obliga la ley de administración financiera. 

Pero el ministro no cumplió con el protocolo de exponer las principales variables en el palacio ante los representantes de la comisión de presupuesto, un acto que estaba previsto para el jueves o viernes de la semana pasada, pero debió posponerse tras la disputa entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner por los cambios de Gabinete. 

El ministro habló la semana pasada por Massa, quien en los próximos días mantendrá una reunión con los jefes de la oposición para fijar pautas de convivencia mínimas. El recinto no abre las puertas desde hace 2 meses y en el medio pasó de todo: denuncias de campaña, elecciones, internas opositoras y oficialistas.

Para controlar estas últimas, el jefe del Frente de Todos Máximo Kirchner y su vice Cecilia Moreau visitarían a Guzmán esta semana, acompañados del presidente de la Comisión de Presupuesto Carlos Heller. Es por eso que no descartan que la presentación recién se lleve a cabo la semana que viene. 

El evento no suele tener preguntas de los diputados, que luego debaten la letra chica en Comisión, pero en 2020 sí fueron permitidas. El presidente de la Cámara deberá definir con los jefes de las bancada si retoma al protocolo original. 

Presupuesto: Guzmán se planta y propone reducir a la mitad la emisión y bajar los subsidios

No sería fácil para Guzmán afrontar preguntas ante las críticas de Cristina por la ejecución del presupuesto de este año, que por ahora viene sobre cumpliendo la pauta de déficit fiscal previsto. 

Los legisladores cercanos a la vicepresidenta esperan una mayor inversión social y, además, no están dispuestos a avalar un ajuste en los subsidios a los servicios públicos que derive en tarifazos de luz y gas. 

El proyecto prevé achicar los subsidios hasta no más del 1,5% del PBI, mediante una segmentación de tarifas que la secretaría de Energía y la Enargas diseñan hace meses con Guzmán, pero aún no se conoce. 

La oposición atacará al ministro por su fallido pronóstico de la inflación de ese año, que fue de 29% y podría orillar el 50%. Varios le advirtieron durante el debate legislativo que sus expectativas eran demasiado auspiciosas y así fue.

El proyecto estima además una inflación del 33% y un dólar a $131,1 y no contempla el pago de vencimientos de capital al Fondo Monetario Internacional, lo que permite que el pago de la deuda pública no exceda el 9% del gasto total. 

El último proyecto enviado por Hernán Lacunza durante el gobierno de Mauricio Macri contemplaba un 20% del gasto en servicios de deuda. 

El monto se achicó por la negociación con los bonistas del año pasado, pero si se contemplaba los casi 20 mil millones de dólares de vencimientos que hay con el FMI el año que viene se multiplicaría varias veces.

Las otras estimaciones son un crecimiento de 4,6%, un aumento del consumo de 3,1% y de 6.6% en la  inversión. Además de una mejora de las exportaciones del 7,5% y de las importaciones del 9,4%, lo que otorga un saldo comercial de US$9.300 millones.