Horacio Rodríguez Larreta nombró a Marcelo D'Alessandro como ministro de Justicia y Seguridad tras la partida de Diego Santilli, que será el candidato de Cambiemos en la provincia.

Santilli, que este jueves presentó en la Legislatura su renuncia a la vicejefatura porteña, apoyó a su secretario de Seguridad para que el ascenso que quedó confirmado por la tarde de este jueves.

De este modo, Gustavo Ferrari quedó fuera de carrera por segunda vez para ocupar el ministerio que tuvo en la provincia durante el mandato de María Eugenia Vidal. Cuando la ex gobernadora terminó sus funciones, Ferrari también había sido mencionado para ocupar el mismo puesto en el distrito porteño.

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La decisión de Larreta también tiene un impacto que trasciende la pelea porteña. El jefe de Gobierno buscó alejar los fantasmas de la creación de una "mesa judicial" larretista, luego de la traumática experiencia de Macri. Esto se podía inferir si nombraba a Ferrari, por los aceitados contactos que tiene con el juez de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y otros destacados jueces y camaristas del fuero federal.

El jefe de Gobierno también buscó buscó alejar los fantasmas de la creación de una "mesa judicial" larretista, luego de la traumática experiencia de Macri. Esto se podía inferir si nombraba a Ferrari, por los aceitados contactos que tiene con el juez de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y otros destacados magistrados.

D'Alessandro es el secretario de Seguridad desde 2015, cuando Larreta inició su primer mandato. Estuvo a cargo del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad y planificó el sistema integral de seguridad porteño.

El ex ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari.

Aglaplata

En el plano de la gestión, en el gobierno porteño destacaron que cuando asumió D'Alessandro había 6 mil efectivos en al calle y en la actualidad hay 19 mil, además de que fue el artífice de la instalación de más de 10 mil cámaras, hoy integradas en el impactante centro de monitoreo en tiempo real que la Ciudad montó en Chacarita.

La disminución del delito fue otro de los aspectos que analizó Larreta para tomar la decisión. Los robos de los motochorros bajaron un 60% y respecto a la tasa de homicidios, Buenos Aires es la segunda ciudad más segura de América, detrás de Quebec, con un 3,6 homicidios cada 100 mil habitantes.