La Cámara de Diputados trata desde las 11 el proyecto enviado por Alberto Fernández que habilita la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación y sus promotoras, conocidas como las verdes, aseguran que tienen los votos para aprobarlo. RestarÃa que el Senado haga lo propio para que sea ley.
Al menos dos de las diputadas de ese grupo encargadas del puntear las voluntades confirmaron a LPO que hasta ahora no hay riesgo de un rechazo cuando se vote en la mañana de este viernes, después de 170 oradores y casi 20 horas de debate.
Un poroteo que circuló entre las bancas asignaba 129 votos a favor, lo justo para una mayorÃa simple, con 117 en contra. Otra diputada opositora a cargo del recuento previo confió en que el número final puede ser más alto, porque algunos colegas indefinidos no se quieren quedar afuera de una victoria.
AyudarÃan las abstenciones, que habilitan la votación y garantizarÃan la aprobación. Algunos serÃan oficialistas que no están dispuestos a frustrar una ley del Gobierno, aunque no todos los dirigidos por Máximo Kirchner ceden a las presiones.
Vanesa Massetani, una de las pocas de esa bancada que vota en contra, ratificó su posición y dio a entender que está resistiendo presiones de la Casa Rosada."Ningún funcionario va a decirme lo que tengo que hacer hoy aquà en esta banca. Fueron elegidos a dedo. A mi me eligió el pueblo", se defendió.
Los celestes, como se identifican a los grupos Provida, no se rinden y seguirán batallando para convertir verdes hasta el último minuto. No parece una empresa posible, pero tuvieron al menos una primera buena noticia: los cuatro diputados de Córdoba votarán en contra.
De todos modos, los provida dieron una señal de debilidad al inicio de la sesión, cuando Lucila Lehmann, del PRO, pidió votar la postergación del tratamiento de la ley hasta el 6 de enero en respeto a la religión católica, por tratarse de la vÃspera de navidad.
"La decisión de tratar este proyecto en estos tiempos es una ofensa para el culto católico en general", reclamó Lehmann. No pidió que la votación fuera nominal para de ese modo vaticinar el destino del proyecto. Sergio Massa aprovechó la omisión para solicitar que sea a mano alzada ("por signos", para incluir a los que sesionan por VPN) y declarar la moción rechazada a ojo.
Javier Campos, otro celeste del PRO, pidió otra para tratar un proyecto suyo sobre consulta popular, también sin reclamar sistema electrónico. Massa volvió a mirar las manos alzadas y las pantallas para descartarla.
La sesión empezó con las calles poblándose lentamente de la militancia celeste y verde, los primeros frente al Senado y los segundos sobre calle Rivadavia, acceso de la Cámara baja.
Los diputados verdes exhibieron atuendos de ese color: trajes, pañuelos y barbijos. Leopoldo Moreau lució una chomba y Carolina Gaillard y Mónica Macha, también del frente de todos, desplegaron banderas en sus bancas. Sus rivales no se quedaron atrás, aunque con una coreografÃa discreta.
Los palcos son todo verde. Llegaron temprano el ministro de Salud Ginés González GarcÃa y la de Mujer y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, además de la secretaria legal y técnica, Vilma Ibarra, una de las insistentes en apurar la ley.
El debate lo inició Cecilia Moreau, diputada del Frente de Todos y encargada de coordinar el debate en comisiones. "Estamos contemplando el derecho a decidir, requerir y acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. Por fuera de ese plazo se mantienen las dos causales que existen hace muchos años en el Código Penal", recordó, en alusión al riesgo de vida y violación.
Moreau informó las dos modificaciones implementadas en comisión para llegar con los votos: la objeción de conciencia institucional, cuando una clÃnica no tenga médicos dispuestos a practicar un aborto; y la aplicación del código civil cuando una menor quiera interrumpir el embarazo. Si no tiene progenitores, deberá estar acompañada de una asesora letrada.
La ley del aborto tuvo dictamen, pero le hicieron cambios para sumar votos
Pablo Yedlin, oficialista y a cargo de la comisión de salud, sostuvo que "si hay un problema en salud pública tiene solución, entonces se transforma en un problema importante. Tenemos un problema de mujeres gravemente enfermas o que mueren por una situación que es fácilmente solucionable".
Gaillard sostuvo que "no hay riesgo constitucional o convencional si aprobamos esta ley. "No vamos a promover el aborto, nadie está a favor del aborto, ninguna mujer se embaraza para abortar, es una situación absolutamente traumática".
Por los celestes volvió a levantar la voz Carmen Polledo, del PRO. "Se dice que las mujeres tienen derecho a decidir por su cuerpo. Pero lo que hay es una vida. El aborto es algo a evitar, no a legalizar". Marcela Campagnoli, de la Coalición CÃvica, sostuvo que se trata de un genocidio universal, pese a que Ginés haya usado esa frase como ironÃa durante el debate en comisión.
Fernando Iglesias aclaró que no dio quórum pero votará a favor, porque "los paÃses a los que quiero que se parezca Argentina tienen legalizada la interrupción voluntaria del embarazo".
Aunque pidió que se contemple la posibilidad de prohibirlo a las 22 semanas aún en caso de violación. "Dicen que no está previsto en el Código actual, bueno, pero se puede agregar". Lo respaldó el rionegrino Luis Di Giácomo, aliado oficialista y a favor de la ley.
El debate subió de todo cuando Dina Rezinovsky, del PRO e integrante de la comunidad evangélica, adjudicó su posible derrota a la presión oficial. "Dignidad no es el aborto, es tener salud y educación. El gobierno está billeteando para conseguir votos", atacó.
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- 112/12/2017:24Puede que sea un avance pero igual es una ley pedorra...le ponen tantas condiciones para que una mujer pueda abortar que para cuando le dan el ok el chico ya nació y terminó la primaria..