
La Iglesia envió una última advertencia a los diputados nacionales para que no le den media sanción a la legalización del aborto, lo que todo indica que sucederá en la sesión que comenzara este jueves en la Cámara baja.
El titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, emitió este miércoles un inusual mensaje dirigido a los legisladores, en el que no casualmente cita al Papa Francisco para rechazar el proyecto. Ojea es hombre de estrecha confianza de Bergoglio.
"Le pedimos a los legisladores antes de votar, un segundo de reflexión frente a lo que significa el respeto a la vida; y tantas personas que van a ser privadas de la luz y que pueden enriquecer nuestro mundo y llenarnos de esperanza", afirma el obispo de San Isidro en el mensaje.
Ojea también habló de la "cultura del descarte" a la que hace referencia habitualmente el papa Francisco, que "se aplica a todo nivel: a los más pobres; a los migrantes; a los ancianos; a los discapacitados, y qué decir del niño por nacer en su estado de total desprotección".
Este martes los obispos también aprovecharon las ceremonias por el DÃa de la Virgen para reforzar su mensaje, en una jornada de oración que extendieron en todo el paÃs.
"A contramano de la lucha por la vida que nos unió a todos a lo largo de este año tan difÃcil, se nos insiste en un proyecto de ley que niega el derecho a la vida de los más indefensos que moran en el seno materno", lanzó el vicepresidente segundo de la CEA y arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo.
Las verdes estudian modificaciones a la ley del aborto para garantizar la sanción
Lo mismo hizo el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheining, en una misa celebrada frente a la basÃlica de Luján. "Si se piensa que un niño en el vientre de su madre es un montón de células, la raÃz es el egoÃsmo. La raÃz del mal de nuestro mundo es que tenemos un yo demasiado grande que le pone lÃmites a todas las cosas", indicó.
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Después sigue una lista de países subdesarrollados pero también minoritaria donde existen distintas limitaciones, en dos tercios de la superficie del globo está permitido hasta las doce semanas y en esa superficie se encuentra la mayor parte de la población mundial.
Aunque esto es una cuestión de salud pública, no de cifras. Ha llegado la hora de separar definitivamente la iglesia del estado. Quienes tienen una creencia religiosa no pueden imponerle por la fuerza sus reglas morales a toda la sociedad .
Pero que manera de pontificar estos progres payasos.
Correspondería excomunión, por supuesto. Pero con la dirigencia de obispos fetichistas del diálogo...