Ricardo Echegaray quiere volver a la AFIP y tensiona con Mercedes Marcó del Pont, que busca borrar los vestigios del aduanero que manejó el organismo recaudador hasta 2015.

Echegaray se presentó esta semana ante la AFIP como un "perseguido político" y pidió que se revoque su suspensión como empleado. El ex sabueso trabajó durante casi 30 años en la aduana.

Sin embargo, su vuelta al organismo no tiene el obstáculo de sus verdugos del macrismo sino de la propia Del Pont. La designación del jefe de asuntos jurídicos de la AFIP  refleja el enfrentamiento entre Echegaray y la economista.

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Se trata de Guillermo Sorrentino, a quien Marcó del Pont designó como subdirector general de asuntos jurídicos. Es un cargo clave ya que como jefe de la delicada área de legales, Sorrentino tiene acceso a los juicios del organismo recaudador.

En las gestiones de Alberto Abad y Leonardo Cuccioli, Sorrentino fue segundo de Eliseo Devoto, el gran artífice de la estrategia jurídica contra el grupo Oil Combustibles de Cristóbal López.

Quien lo promovió fue Juan Capella, quien como anticipó LPO fue autor de buena parte de la avanzada contra Cristóbal y Echegaray, en tándem con Sorrentino.

El ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en uno de los juicios que enfrenta.

CIJ

La furia de Echegaray con Marco del Pont radica especialmente porque Sorrentino fue quien hizo el dictamen que recomendó que lo expulsaran de la AFIP y que lo dejaran sin sueldo.

Fuentes del Gobierno aseguraron a LPO que Marcó del Pont decidió darle ese puesto a Sorrentino porque busca borrar los nexos de Echegaray con la AFIP.

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Marcó del Pont le atribuye a Echegaray su salida del Banco Central en 2013, cuando ambos integraban el quinteto de los "cinco fantásticos" con Axel Kicillof, Hernán Lorenzino y Guillermo Moreno. En ese entonces, la economista se animó a darle un ultimátum a la propia presidenta Cristina Kirchner. "Echegaray o yo", le advirtió en la quinta de Olivos. Cristina eligió a Echegaray.

Tras ese historial difícil, ahora Del Pont prefiere trabajar con la gente del equipo de Cuccioli antes que con la de Echegaray. Sin embargo, la ex titular del Banco Central no se siente cómoda en la AFIP y tiene temor de firmar papeles. Por eso rápidamente el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, tomó cartas en el asunto y va una vez por día al edificio de Plaza de Mayo a ordenar el asunto.

Por otro lado, como anticipó LPO, Virgnia García quedó a cargo de la DGI y Carlos Castagneto de la dirección general de Recursos de la Seguridad Social.