"Omar se viene bancando todo en silencio. Ahora lo van a escuchar", anticipaba a la prensa un legislador peronista, en una tarde con un calor insoportable en la capital de la provincia. Dos horas después de lo previsto, entre agradecimientos, denuncias, crÃticas y promesas, Omar Perotti no pudo evitar que su primer discurso suene como un desahogo. Y en ese tenor se consumó el acto de asunción como Gobernador.
Previo a eso, Alejandra Rodenas, vicegobernadora electa, prefirió no jurar por los Santos Evangelios y lo dejó en claro cuando alguien quiso alcanzarle la Biblia. "Eso no", se le oyó decir a la ex jueza rosarina. Sà lo hizo Omar Perotti, quien juró por Dios, la patria y el pueblo de la provincia de Santa Fe. La vice, por el honor, la patria, por la equidad y la diversidad.
Presente durante la toma de mando de Perotti, el Presidente Alberto Fernández, reconoció con afecto a Lifschitz. "Un gobernador socialista a quien quiero mucho entrega el mando a un entrañable amigo", exclamó Fernández en la Legislatura santafesina.
Perotti, tal vez como consecuencia de haber sostenido un acentuado silencio durante el tiempo que duró la transición, prefirió hacerse oÃr tras despedir al Presidente y al igual que lo expresara su equipo técnico en estos meses, el peronista disparó directamente a la situación financiera de la Provincia:
"Tenemos que ordenar todo, en todo sentido", y disparó: "a octubre de 2019, nos encontramos con un ejercicio negativo de 9129 millones de pesos como consecuencia de los gastos que vienen creciendo mucho más que los recursos. A eso debemos sumarle aguinaldos, la deuda con proveedores, contratistas y demás", alertó.
Ante la Asamblea Legislativa que presenció su asunción, el peronista evitó recaer en la famosa "pesada herencia" que popularizó el macrismo en su llegada al poder en 2015. "Nosotros no vamos a usar ese tema. A las crisis se las enfrenta, no se las llora. Pero el pueblo santafesino va a saber por dónde arrancamos y debe saber cómo quedaron las cosas en esta provincia".
Bajo la atenta mirada de los ex gobernadores Antonio Bonfatti y el propio Miguel Lifschitz, Perotti golpeó directamente en el talón de Aquiles del socialismo santafesino: la inseguridad. "El aumento del delito fue el resultado de una marcada autonomÃa policial".
"Esta policÃa actual adolece de no contar con herramientas de prevención y de inteligencia, es una policÃa que se ha divorciado de la sociedad", definió. Sus palabras parecieron la antesala de lo que será el anuncio de reformas que encabezará el Ministro SaÃn, quien fue nombrado por Perotti en Seguridad.
[Exclusivo: El plan de SaÃn para partir el poder de la PolicÃa de Santa Fe]
Sin miramientos, Perotti también aludió al narcotráfico y aseveró que su expansión se debió a "ignominia estatal, vista gorda policial y en muchos casos, un pacto. Pero se acabó: debe haber una lÃnea infranqueable. Hay que cortar los vÃnculos con el delito y para eso necesitamos la colaboración de la sociedad y de los tres poderes del Estado", sostuvo categórico.
Por otro lado, el justicialista no eludió a las situaciones internas de su partido y mandó tiros por elevación a los senadores que acompañaron la sanción del Presupuesto elaborado por Miguel Lifschitz.
"Debemos reparar un daño institucional que se nos hizo: que el gobierno saliente le defina los números al gobierno entrante. Pero algunos sectores deberán entender que las picardÃas ya no sirven", se despachó. Desde su banca, lo observaba el poderoso Senador Armando Traferri, lÃder de los legisladores dÃscolos al Gobernador.
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