Los senadores de los departamentos de Santa Fe, Marcos Castelló, y de Rosario, Marcelo Lewandowski, fueron los elegidos por Perotti como sus espadas en la Cámara Alta y los hombres de confianza dentro del bloque mayoritario. Sin embargo, deberán aplacar la rebelión de "La mesa de los Aislados" que comanda Traferri.

En declaraciones a la prensa, los senadores electos por los departamentos más populosos de la Provincia dejaron en claro la estrategia: "vamos a acompañar a Omar Perotti con este bloque oficialista", anticipó Castelló; "vamos a ser un Senado que acompañe al peronismo unido, es la mejor oportunidad de tener una cámara fuerte, con el proyecto del Gobernador", remató Lewandowski.

Los dichos de ambos, tras la obtención de los diplomas que los distinguen como autoridades electas desde diciembre, marcó el camino que el futuro mandatario pretende desde el 10 de diciembre y que fuera anticipado por LPO meses atrás: la renovación del frente del poder en el Senado. Y para lograrlo, tanto Castelló como Lewandowski hacen gala de haber sido los grandes electores en territorios antes gobernados por el socialismo.

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Pero para ello los flamantes legisladores deberán disputar con un peso pesado de la política, el sanlorencino Armando "Pipi" Traferri quien fue el único capaz de agrupar en un solo bloque a los senadores justicialistas durante los años del gobierno socialista, un antecedente de la unidad que consiguió el peronismo para confrontar en las urnas.

"Para que esta Provincia funcione, nosotros siempre dialogamos con el Pipi", comentó convencido un altísimo dirigente del Frente Progresista a LPO que ilustra el lugar que supo ocupar en los últimos años en la Cámara Alta.

Como corolario tras la renuncia a la mesa de transición, sus últimas jugadas no cayeron bien al equipo de Perotti. Logró instalar la ley del Plan Abre y fue uno de los que se opuso a extender la prórroga del envío del Presupuesto.

También fue quien envió el pliego donde propuso el nombre de Gabriel Savino como defensor del pueblo para el sur de la Provincia, contradiciendo en todos los casos el pacto acordado entre Lifschitz y el futuro gobernador.

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La gota que colmó el vaso fueron las declaraciones públicas donde rechazó el planteo de reforma constitucional de sus colegas justicialistas en Diputados. "Es una falta de respeto que no nos hayan consultado", vociferó en los pasillos de la Legislatura días atrás.

Con tales antecedentes, la aspiración de los nuevos integrantes de la Cámara Alta es que no ocurran sorpresas de este tenor en los próximos años y poder contar con los doce dirigentes departamentales alineados sobre todo, si en la Cámara de Diputados se impone Miguel Lifschitz en la presidencia.

"Nos quieren aplicar la vacuna de la obediencia debida", ironizó Traferri en diálogo con La Política Online. Y lejos de ese armado al que aspiran Castelló y Lewandoski, juntó en una mesa del coqueto restaurant España de la ciudad de Santa Fe a varias figuras, entre ellos los senadores Rubén Pirola, Osvaldo Sosa, Ramón Baucero y Raúl Gramajo.

Las sorpresas de la velada fueron las presencias del Dr. Rafael Gutiérrez, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y el ex gobernador Víctor Reviglio. Una mesa de peso específico en el manejo del poder santafesino.

De izquierda a derecha: senador Baucero; Rafael Gutiérrez, juez de la Corte Suprema, Pirola, Gramajo, Sosa, el ex gobernador Reviglio y Traferri.

"Nos reunimos los que estamos en zona de aislamiento político porque tenemos la enfermedad de la división de poderes y el respeto por las instituciones", disparó Traferri luego del almuerzo donde compartieron anécdotas de sus carreras.

    Nos pusieron en zona de aislamiento político porque tenemos la enfermedad de la división de poderes y el respeto por las instituciones   

"Son amigos de la política y de la vida", sintetizó el legislador en diálogo con LPO, quien además reconoció estar lejos de las discusiones sobre el futuro gobierno: "nosotros le reclamamos que estemos abiertos al diálogo, que es la manera en que se pudo lograr la unidad del peronismo", apuntó.

Traferri fue quien respaldó a la ex jueza de Rosario Alejandra Rodenas como candidata a vicegobernadora por Nuevo Espacio Santafesino, un sector interno del justicialismo. El senador confirmó a este medio que la vice electa "habla poco y nada con Perotti".

Las diferencias, irreconciliables en esta coyuntura, también lo llevaron a explicar el motivo de sus últimas decisiones. "Tenemos que discutir la continuidad de los programas sociales, del Plan Abre, o del Nueva Oportunidad, herramientas que voy a defender a capa y espada porque sé muy bien los beneficios que han traído a los sectores más vulnerables", detalló el Senador. Sobre el caso de la Reforma Constitucional insistió: "primero debes lograr los consensos necesarios con la sociedad".

Acostumbrado a dialogar con todos los sectores, Traferri no ocultó a LPO su visión sobre el cambio de signo político en la Provincia: "nos guste o no, el socialismo dejó una vara muy alta que la sociedad reconoce. El peronismo debe tener la grandeza para discutir los problemas que debemos afrontar a partir del 10 de diciembre y entender que el éxito depende del respeto de la unidad en la diversidad. Ganamos por 4 puntos, no nos sobra nada y la sociedad nos obliga a dialogar, acordar y buscar soluciones en conjunto".

"Quienes elijan trabajar en un bloque unido y fuerte pero sin diversidad estarán optando por el peligroso camino que conduce a la pérdida de un valor fundamental de la Democracia, la pluralidad de voces que se unen para una construcción colectiva", sentenció.