Los senadores del justicialismo que hasta la semana pasada recibían órdenes de Miguel Pichetto definirán sus nuevas autoridades el martes y redactarán una carta a Gabriela Michetti para reemplazarlo de las comisiones que integra.
Ocupó esos lugares por elección del bloque justicialista, que como todos tiene cupos en las comisiones en proporción a su representación en el recinto. La partida del rionegrino no altera esa repartija pero ya no podría representar a una fuerza que no integra.
Así lo plantearán sus ex dirigidos con el objetivo que deje vacante las dos vocalías más relevantes que ocupa, en las bicamerales de control de organismos de inteligencia y la revisora de cuentas.
La primera es la que investiga las funciones de los agentes de inteligencia y este año recibió a Alejo Ramos Padilla, el juez de Dolores que investiga una red de espionaje ilegal que involucra al fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la causa de los cuadernos.
El bloque peronista posterga el reemplazo de Pichetto hasta después del cierre de listas
En una de sus próximas reuniones la bicameral, que preside el senador radical Juan Carlos Marino, planea recibir al fiscal de Dolores Juan Pablo Curi, uno de los primeros en cuestionar la investigación de Ramos Padilla. Con Pichetto en Cambiemos, Curi se encontrará con una sólida mayoría oficialista para acorralar al magistrado.
El juez ya empezó su defensa y esta tarde recusó al senador rionegrino ante el Consejo de la Magistratura, por tener que instruir un pedido de juicio político presentado por Macri, siendo su compañero de fórmula.
Los senadores tomarían esa presentación para pedirle a Pichetto que deje su lugar en la Magistratura, donde fue elegido por sus pares en diciembre mediante una compleja negociación con el resto de las fuerzas políticas.
El debate abierto es si su cargo pertenece al bloque o al Senado. El diputado del PRO y consejero Pablo Tonelli defiende la primera tesis, que le permitió llegar a la Magistratura en 2016; mientras que el senador Urtubey avala la otra y le exigió a su ex jefe que dé un paso al costado.
El hermano del gobernador sería uno de los senadores que intentaría hablar con Pichetto para que se aparte del organismo que nombra y controla jueces sin llegar a Tribunales, como ya amenazó.
La bicameral revisora de cuentas evalúa los informes de la auditoría general de la nación sobre los gastos del Gobierno y con Pichetto y la eventual ayuda del senador salteño Juan Carlos Romero, el presidente tendrá mayoría propia para no correr riesgos.
No es un dato menor: en noviembre de 2015 Cristina Kirchner apuró a sus legisladores para que aprobaran todos los informes de gastos posibles y al año siguiente, ya en Calafate, debió levantar el teléfono para que sea avalado el de su último año de gestión. Pichetto se negó a firmar el dictamen de mayoría.
El rionegrino integra la bicameral de la biblioteca el Congreso, denunciada por Macri hace dos años por tener 1700 empleados sin ninguna justificación; la de control de la obras PPP que se licitaron pero nunca empezaron; la de relación con Brasil y las comisiones de Industria y Comercio y Ciencia y Tecnología. No se quiere ir de ninguna.
