Con fecha del 12 de noviembre, el martes llegó a los despachos de algunos diputados de Cambiemos una carta de su compañera radical Aída Ayala, para explicar su situación judicial y garantizar que su pedido de desafuero no tiene sustento hasta que el Tribunal Casación no determine si tiene que ir a prisión. 

La jueza Zunilda Niremperger la condenó a la cárcel y pidió al Congreso quitarle los fueros para detenerla, pero Cambiemos  rechazó el planteo ante la Comisión de Asuntos Constitucionales.

Y no volvió a tratarlo pese a que el fallo fue ratificado por la Cámara de Apelaciones y los legisladores de Cambiemos habían fijado como "doctrina" no proteger a colegas con condenas ratificadas en segunda instancia.

En Cambiemos temen que la oposición pida en una sesión de fin de año debatir el desafuero de Ayala. Entre diciembre y marzo no será posible.

Cuando la Cámara avaló la prisión a Ayala, el diputado macrista Pablo Tonelli no convocó a la Comisión y pronto el abogado Ricardo Gil Lavedra apeló en Casación y la chaqueña considera que ya quedó protegida.

"El 30 de octubre la Cámara dispuso declarar admisible y conceder el recurso de la prisión preventiva, y declarar inadmisible y denegarlo con relación al procesamiento", describió en la misiva que envió a sus compañeros. "En esas condiciones, la orden de prisión no debe ejecutarse y el trámite de desafuero carece por ello de interés actual", explicó.

Su coartada busca argumentos para frenar una embestida de algunos sectores de la oposición, interesados en tratar los dictámenes de su desafuero en la última sesión del año.

Cambiemos tiene los votos para impedir los dos tercios que se requieren, pero no está dispuesto a regalar esa escena y complicar el tratamiento de otro pedido de desafuero contra Cristina Kirchner.

Este martes no hubo quórum para debatir el que fue solicitado por Claudio Bonadío por el memorándum con Irán y Federico Pinedo, en su discurso en minoría, le reprochó a la ex presidenta no haber apelado ante la Cámara Federal.

La Cámara de Diputados tiene previsto una sesión el martes, para cerrar el año ordinario, pero si se suspende por falta de vuelos, como especulan por estas horas, Ayala podrá llegar a marzo en paz. Hasta esa fecha sólo llegarán al recinto leyes pedidas por Mauricio Macri. Y no serían muchas.