"Si la negociación llega a buen puerto ganamos todos", con palabras más, palabras menos coincidieron los dirigentes de Cambiemos y socialistas consultados por LPO en relación a la primer cumbre entre el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y el gobernador santafesino, Miguel Lifschitz.

La misma tuvo como único tema el inicio de las negociaciones orientadas a desandar la deuda histórica que Nación mantiene con la provincia desde la época de la Alianza, que continuó y se acrecentó durante el kirchnerismo y que dos días después de la victoria de Macri en el ballotage, la Corte Suprema falló a favor de Santa Fe.

Por primera vez, funcionarios de primera línea se reunieron para comenzar a madurar una salida definitiva que, de lograrse, imprimirá una nueva manera de vinculación entre los dos estados, que hasta ahora se caracterizó por el choque y los enfrentamientos.

Es que el cónclave le dio mayor institucionalización a la discusión de la deuda y la retira de la arena mediática para buscar consensos sobre el monto y la manera en que Nación abordará la cancelación de la misma.

"Hay diferencias en lo político pero no tenemos ganas de pelear sino de discutir en buenos términos, negociando de manera madura y que no se trate de chicanas sino de propuestas", reconoció una alta fuente de la Casa Gris en diálogo con LPO.

El anhelo parece ser compartido también por Nación. A las pocas horas de la cumbre, el ministro Frigerio viajó a Santa Fe para inaugurar viviendas y el primer parque fotovoltaico de la provincia de Santa Fe construido totalmente con fondos provinciales, una inversión que demandó 2 millones de dólares.

Frigerio se mostró a gusto con el gobernador Lifschitz. De hecho, ambos funcionarios se dirigieron juntos a Expoagro una vez finalizada la ceremonia inaugural.

Es que la posibilidad de que el peronismo logre sellar un acuerdo de unidad con un candidato muy competitivo como Omar Perotti, encendió las alarmas tanto en el Frente Progresista como en Cambiemos. Que en el 2019, el PJ recupere Santa Fe después de diez años, es el resultado más adverso para la Casa Rosada y las fichas comenzarán a moverse en ese sentido.

Monto, bonos y obras

El primer encuentro bilateral por la deuda, giró en torno a una "propuesta genérica", como definió el gobernador Lifschitz, que acercó Nación que propuso la cancelación en dos partes: con la emisión de bonos y el resto en obras públicas.

En las siguientes reuniones, los funcionarios deberán determinar el monto total de la deuda, ya que en el fallo de la Corte Suprema se definió 23.000 millones a finales del 2015 y según una estimación que calcularon en el gabinete de Lifschitz, el importe rondaría los 50 mil millones.

"Es el valor histórico acumulado durante los siete años en los cuales se nos descontó el 15 por ciento y otro porcentaje para la AFIP", explicó el gobernador socialista a la salida de la reunión.

En cuanto a la modalidad de pago, funcionarios de Lifschitz consultados por La Política Online, indicaron que "se va a analizar las condiciones de los bonos, los plazos, cotización y si permiten constituirse en garantías para créditos internacionales".

Por otro lado, la modalidad de cancelación a través de obras públicas, que meses atrás había generado rispideces entre las dos administraciones, desde el equipo de Lifschitz aclararon que "mientras las obras no sean de carácter nacional y que ya se hayan comprometido en hacerlas, lo analizaremos".

Desde provincia aclaran que en el plan de obras no tendrían que estar contempladas rutas nacionales ni proyectos que Nación está obligada a hacer por competencia de jurisdicción. "Nosotros podemos tener una propuesta sobre cuál deberían ser esas obras, pero no quiere decir que salga por decisión nuestra. Habrá acuerdo entre ambos" afirmaron a Télam fuentes cercanas al ministro Frigerio.