En el preciso momento que todos los pronósticos indican que la economÃa brasileña tendrá este 2018 una recuperación notable con un crecimiento previsto del tres por ciento, la polÃtica metió la cola.
El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, dejó bastante claro que buscará la candidatura presidencial y generó una crisis en la coalición que sostiene al gobierno del presidente Michel Temer.
Es que el consenso básico entre los partidos que se coaligaron para destituir a Dilma Rouseff y apoyar al entonces vicepresidente Temer para que termine su mandato, es que iba a ser un gobierno de transición que se sacrificarÃa para sacar todas las reformas estructurales que necesita Brasil para modernizar su economÃa.
Y asà fue hasta ahora, al punto que Temer llegó a caer a Ãndices de popularidad de apenas tres a cinco puntos de aprobación. "Vamos a aprovechar la impopularidad", era el lema de la administración de Temer para sacar reformas demoradas por años por su alto costo polÃtico.
Bueno, después de casi un año y medio el ajuste y las reformas pro mercado implementadas empezaron a dar sus frutos: La inflación cayó de más del 6% anual a poco más del 2%; la tasa de interés bajó del 14% al 7%; el desempleo se acerca a la meta de un dÃgito y la economÃa terminó el 2017 creciendo poco menos de un punto del producto y se prevé que triplique esa marca este año.
Pero la recuperación está lejos de haberse consolidado y la pelea electoral encuentra al Gobierno en medio de un ajuste fiscal que tiene como corazón una reforma del sistema previsional de dudoso destino.
Situación que amenaza con detonar a la coalición oficialista. Primera fue Geraldo Alckmin, gobernador de San Pablo y probable candidato presidencial del PSDB -el partido socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso-, quien se desmarcó de la reforma, por su impopularidad.
Pero mucho más grave fue que el propio Meirelles, visto como el guardián ideológico del gobierno de Temer, quien eludió referirse a la reforma en el lanzamiento de su programa de gobierno del pasado 21 de diciembre, disfrazado en propuesta del PSD, el partido que lo postula a la Presidencia.
Esta situación enfureció a varios ministros y legisladores del partido de Temer, el centrista PMDB, que no dudaron en llevar sus crÃticas al gabinete. "Meirelles tiene más la cabeza en la campaña que en el gobierno", afirmaron.
En el video el poderoso ministro de Hacienda y ex presidente del Banco Central, desgrana en un lenguaje didáctico sus propuestas centristas y reivindica sus orÃgenes humildes, pero no hizo ni una mención a la crÃtica reforma previsional.
"Esta obsesionado, sólo piensa en su candidatura presidencial", afirmó a O Globo un destacado dirigente de ese espacio polÃtico.
Su candidatura pone en riesgo votaciones claves que ya de por si le resultan muy incómodas a la coalición oficialista. De hecho, el presidente d ela Cámra de Diputados, Rodrigo Maia, es otro de los que no descarta competir por la Presidencia, sumando asà otro elemento para ralentizar el ajuste.
Esta situación fue retratada por la columnista Cida Damasco del diario O Estado de San Pablo, quien este lunes escribió de manera muy crÃtica sobre un "Gobierno en campaña".
"El discurso del gobierno de aprovechar la impopularidad para dejar un legado para la historia fue abandonado", sentenció la columnista.
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