La empresa de medicina prepaga Swiss Medical presentó una denuncia contra ex funcionarios de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y el grupo OSDE por una defraudación de $16.000 millones al Fondo Solidario de Redistribución (FSR) del sistema de obras sociales, que se usa para cubrir las prestaciones a pacientes oncológicos y afectados por enfermedades de alto costo y baja incidencia, entre otros.
Este fondo se alimenta con el 15% de los aportes que hacen los afiliados a las obras sociales. En el caso de los afiliados directos como los trabajadores en relación de dependencia, es la AFIP la encargada de retener ese porcentaje y girarlo directamente al fondo y solo hacerle llegar a la obra social el restante 85%. En el caso de los adherentes voluntarios –aquellos que deciden contratar personalmente una cobertura médica-, ese 15% debe ser girado por cada obra social al FSR.
Según la denuncia a la que tuvo acceso LPO, desde el año 1989 OSDE viene omitiendo este último pago y sacando una ventaja desleal sobre sus competidores. E incluso desde antes si se tiene en cuenta que, antes de la Ley que creó al FSR, OSDE ya tenía una deuda de magnitud con el anterior Fondo de Redistribución -que cumplía la misma función- y que la Ley le condonó.
En una solicitud publicada en diarios nacionales, OSDE desmintió la semana pasada a Swiss Medical acerca de "supuestos privilegios tributarios e impositivos y abuso de posición dominante en el mercado" y sugirió que se trata de una guerra comercial. LPO se contactó con OSDE, pero eligieron no dar respuesta.
LPO habló en exclusiva con Claudio Belocopitt, el presidente de Swiss Medical, quien reveló que en Swiss Medical creyeron durante mucho tiempo que las ventajas provenían de las exenciones tributarias que tiene OSDE por ser, además de una prepaga, una obra social. Hasta que a fines de noviembre recibieron documentación anónima que les reveló el mecanismo por el cual OSDE recibía más recursos que las demás. “Había algo raro y le pedimos a nuestros abogados que investigaran. Lo que encontramos fue muy, muy burdo”, dijo Belocopitt.
La denuncia fue prestada por el apoderado de Swiss Medical, el abogado Andrés Aznar, ante Luis Alberto Scervino, el nuevo superintendente de la SSS, y le solicita que el organismo a su cargo tome medidas para que se termine la operatoria que por acción u omisión lleva 36 años permitiéndole a OSDE hacerse de fondos que no le corresponden y destinarlos afianzar y agrandar su posición dominante, además de valerse en el mercado de la medicina prepaga las ventajas y exenciones que tiene por ser una obra social.
Scervino consideró la denuncia lo suficientemente grave y sustentada como para dar intervención a la Unidad Fiscal de Delitos de la Seguridad Social, a cargo del doctor Gabriel De Vedia. Además, esta denuncia también fue presentada al fuero penal por los presuntos delitos de apropiación indebida de fondos públicos, incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos y asociación ilícita; y por sorteo quedó el juzgado Federal 8, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, y el fiscal Carlos Stornelli.
Según se lee en el escrito, "se trata de una maniobra de millonarias consecuencias negativas para el sistema de salud, seguridad social y el erario público, [por] haber incumplido obligaciones de la seguridad social y haberse valido de la utilización de beneficios tributarios propios de la actividad sin fines de lucro y solidaria, irrumpiendo en el sector de la medicina privada mediante una competencia con ventajas no propias ni aplicables a otros actores del sector de la medicina privada”.
“Quizás se trate de la ‘corrupción sistémica histórica’ de mayor envergadura que se tenga noticias”, agrega el documento a la luz “del extenso tiempo en el que se ha desarrollado, la multiplicidad de actores que han concurrido a la producción del evento dañoso y las distintas naturalezas de las conductas concurrentes”.
LPO le consultó al presidente de Swiss Medical por qué considera que esta documentación llegó a sus manos. “Somos la compañía más grande del sector y saben, creo yo, que tengo tradición de ir al frente. Supongo que se trató de una disputa interna”, estimó Belocopitt aunque, en su opinión, Swiss Medical y todos los competidores podrían ser querellantes al verse afectados por la competencia desleal de OSDE.
“En efecto, debe tenerse en cuenta que vienen teniendo lugar una serie de hechos (en sentido amplio, entendidos éstos como acciones y omisiones), acontecidos en los últimos 36 años (y agravados en este último tiempo), que concatenados, analizados y encuadrados en la legislación vigente, constituyen una conducta desplegada por múltiples actores, que detentan virulencia y virtualidad dañosa, lesiva, típica, antijurídica y culposa, desde su inicio y hasta la actualidad. Dicho accionar ha permitido el crecimiento desmesurado de uno de los actores del mercado en desmedro de sus competidores”, se lee en la denuncia.
“No quiero que la discusión se desvíe. Quiero que se restituyan los fondos que corresponden y en una segunda instancia que se analice cómo esta maniobra afectó al mercado. Pero eso es una segunda instancia. Esto no es una cuestión comercial”, insistió el presidente de Swiss Medical quien concluyó que “Si la deuda existe, y existe, se terminaron las palabras: hubo corrupción y no hay nada más que hablar”.
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