Mientras Mauricio Macri continúa en sus accidentadas vacaciones en la Patagonia, el gabinete sigue escalando de conflicto en conflicto. A la guerra interna que se desató por ocupar el lugar del saliente secretario de Obras Públicas, Daniel Chain, se sumó ahora un conflicto explosivo entre los ministerios de Transporte y Medio Ambiente.

Desde el martes por la noche comenzaron a arreciar versiones desestabilizantes sobre el ministro Sergio Bergman, desde su inminente renuncia a la degradación de la cartera a Secretaría de Estado.

Más allá de la resolución de esas versiones, detrás de las mismas se esconde una pelea explosiva por el inminente desenlace de la licitación de 50 colectivos eléctricos que lanzó el Ministerio de Medio Ambiente como prueba piloto a instalar en al menos cuatro ciudades.

Dietrich fue un tenaz opositor a esa iniciativa, alineado con sus intereses entre los grandes del transporte de colectivos, y logró reducir la licitación inicial de 400 colectivos a 50.

Ahora, han quedado para esta prueba piloto cinco oferentes, todos asociados con empresas chinas. Pero más allá del mismo origen de las compañías que aportarán la tecnología, la batalla es feroz y ya hay acusaciones de favoritismo. "Este pelea termina con algún funcionario saltando por el aire", afirmó a LPO una fuente al tanto de los pormenores de la licitación.

La empresa Vía Bariloche sostiene que la oferta que lidera es la que mejor pasó las calificaciones técnicas y legales.

Pero otras fuentes al tanto de las negociaciones afirman que el caballo del comisario es la china ByD. Las fuentes afirman que tras analizar detenidamente las bases y condiciones del llamado a licitación, encontraron una llamativa coincidencia entre las principales exigencias técnicas del pliego y las características y prestaciones que tiene el modelo eléctrico K9 que fabrica esa compañía china, que además es proveedora de baterías, un insumo básico para la prestación del servicio.

Como sea, la pelea se definiría en los próximos días y está atada a una decisión final del propio presidente Macri, que acaso no casualmente este martes se vio con Bergman en el sur argentino.