El gobierno de Juan Manuel Urtubey quedó envuelto en un escándalo luego de que el hijo del diputado provincial de Salta, Eduardo Abel Ramos, que pertenece al partido del gobernador, le rompiera el tabique a un periodista, como parte de una serie de agresiones que incluye otras golpizas a trabajadores.

"No quiero que seas noticia por culpa de mi hermano", fue la advertencia que hizo el ex concejal de Salta Arnaldo Ramos al periodista Martín Grande en una conversación telefónica registrada en noviembre de 2014, según explicó El Tribuno. Grande, director de radio FM Profesional, pudo comprobar este martes que esos dichos del hijo del diputado Ramos iban en serio, tal como lo había anunciado hace dos años ante su audiencia.

Es que Sebastián, el hermano menor del ex concejal e hijo del diputado Ramos, fue identificado por Grande como el agresor que lo atacó ayer al mediodía a puñetazos y le rompió el tabique nasal, entre otras lesiones. El episodio ocurrió frente a la estación de servicio del barrio Tres Cerritos, donde el periodista que iba en su auto fue interceptado por otro vehículo.

Según relató un colega de su radio, a quien consultó El Tribuno, un hombre se bajó del auto y se presentó como Sebastián Ramos. Sin otras palabras, el sujeto empezó a lanzar golpes a través de la ventanilla hasta que el empresario de medios se descompensó. Ramos, de acuerdo a testigos que fueron a ayudar a Grande, se fue del lugar raudamente.

"Mi hermano ya no tiene límites. No tiene nada que perder. Le voy a cortar la lengua, me dijo. Capaz que pase o no pase, pero conociéndolo a mi hermano temo de otro quilombo", fueron otras de las advertencias del ex edil que fueron grabadas de la llamada de 2014.

Las denuncias periodísticas de Grande en contra de Abel Ramos son el motivo del encono del hijo del diputado y secretario general del gremio de los enfermeros. Entre otras cosas, el titular de FM Profesional llamó la atención en varias oportunidades sobre el crecimiento patrimonial de la familia Ramos. También hizo investigaciones sobre los manejos de la Fundación Trabajo y Solidaridad, que dirigía el legislador, que estaba cargo de brindar servicios de limpieza, cocina y lavado de ropa en hospitales públicos.

En simultáneo con la agresión del periodista, los ex empleados de esa fundación que ahora dependen del Estado denunciaron que fueron golpeados con caños y palos por un grupo de hombres encapuchadas, que los atacaron cuando intentaban entrar este martes a la Legislatura, en donde querían que los legisladores les informen sobre su situación laboral.