El asesinato de Hióplito Mora en Michoacán avivó las críticas sobre la estrategia de seguridad de la 4T. A pesar del caso, Andrés Manuel López Obrador no cambió el discurso: insistió que el violento episodio es un "remanente" de la herencia de violencia del gobierno de Felipe Calderón y defendió que su estrategia está funcionando.

"Es muy lamentable lo que sucedió, no deja de preocupar (...es) es triste y doloroso para familiares cuando una persona es asesinada, nosotros lo lamentamos mucho", mencionó el presidente al ser cuestionado sobre el caso durante su conferencia de este viernes. Aseguró que la víctima tuvo apoyo del gobierno. 

Sin embargo, dijo que este asesianto no se puede revisar sin conocer los antecedentes. "Esto que está sucediendo tienen como antecedentes lo que se provocó en el pasado, es un remanente de la violencia que se auspicio y permitió desde el gobierno de Felipe Calderón, un narco estado", lanzó.

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El violento asesinato contra el ex líder de las autodefensas michoacanas se suma también al caso de los fiuncioanrios secuestrados en Chiapas, lo que ha aumentado los cuestionamientos sobre la estrategia de seguridad de "abrazos, no balazos". El presidente respondió que se está avanzando en disminuir los casos de homicidios, aunque reconoció que sí es el sexenio con más muertos.

"Todo eso lo heredamos y ya vamos avanzando. No es fácil, pero es la estrategia adecuada", aseguró. Dijo que en particular se puede demostrar que ya hay una ligera disminución de los homicidios en Michoacán, luego del pico que se alcanzó durante la administración de Silvano Aureoles.

"Sí es el sexenio de más muertos", tuvo que reconocer el presidente al enseñar una gráfica sexenal sobre los homicidios, recordando una pasada discusión con el periodista Jorge Ramos, uno de los que se ha presentado en la mañanera con críticas más duras sobre el tratamiento en temas de violencia de este gobierno.

Sin embargo, el presidente insistió que ese escenario es resultado de que el país esta en su punto más violento. Los datos oficiales mostrados desde Palacio revelan un aumento de los homicidios de 192% durante el gobierno calderonista y de 50% en el de Enrique Peña Nieto, con un repunte principalmente al cierre de su sexenio, que es cuando asumió López Obrador, cuyo sexenio refleja ya una disminución de 17%, sin embargo, las cifras son también las más elevadas.

Además de la defensa sobre su estrategia y dejar en claro que no hará ningún ajuste en la misma, también se mostró muy molesto por la cobertura mediática al caso. "Los periódicos y medios de la derecha, conservadores, aprovechan para echarnos la culpa; son muy amarillistas e hipócritas", dijo, acusando que en gobierno anteriores no se hablaba de la misma manera sobre los casos de violencia.

En particular criticó con dureza a Calderón que se proncunió al respecto. En su cuenta de Twitter, el exmandario lamentó el hecho y dijo que se unía a las exigencias de justicia. 

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López Obrador, por su parte, no desaprovechó para enfatizar que fue justamente en Michoacán donde el exmandatario le declaró la guerra al narco. Está ampliamente documentado que esa estrategia disparó la violencia, así como casos de desapariciones y violaciones a derechos humanos.

"¿Cómo Calderón va a opinar?, ¿con qué calidad moral si él es responsable de esta violencia que estamos padeciendo?, ¿por qué no explica qué pasó durante su gobierno cuando su secretario de Seguridad Pública estaba vinculado a la delincuencia?, ¿considera que le funcionó la guerra que le declaró al narcotráfico desde Michoacán?, ¿está consciente de que durante su gobierno se masacró a seres humanos?", cuestionó el presidente.