Desde hace varios días, Andrés Manuel López Obrador muestra una creciente molestia con su aliado regional Alberto Fernández, el presidente de Argentina. Ocurre que -como anticipó en exclusiva LPO- desde la Casa Rosada ubicada en Buenos Aires se agitaba la idea de una contracumbre de la Celac en Los Ángeles para mostrar, de ese modo, que los líderes de Latinoamérica se oponían a las presiones de la Casa Blanca, para excluir del encuentro a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Detrás de este plan surgido de la Cancillería argentina, están los recuerdos de un suceso que en el kirchnerismo están cargados de épica: la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en 2005, cuando en el gobierno de Néstor Kirchner -donde Alberto Fernández era jefe de Gabinete- se organizó una contracumbre para rechazar el ALCA y que tuvo como protagonista excluyente a Hugo Chávez.
En esta ocasión, en la Cancillería argentina se proponía concretar una contracumbre bajo el paraguas de la Celac cuya presidencia ostenta en esta etapa Alberto Fernández. No estaba del todo claro quienes asistirían a ese encuentro, pero sí que se trataría de un foro con un retórica crítica de la decisión de Estados Unidos de utilizar su rol de anfitrión para excluir países de un foro regional. De eso hablaron los cancilleres de Argentina, Santiago Cafiero y de México, Marcelo Ebrard, en un viaje relámpago que el argentino realizó a México, la semana pasada, en la que abundaron en expresiones críticas contra Estados Unidos (ver video).
Luego desde Argentina incluso se filtró la posibilidad de invitar a ese encuentro a funcionarios o diplomáticos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, como consignó el diario La Nación.
Pero el mayor problema, que molestó en el gobierno de López Obrador, fue que Alberto Fernández lanzó su plan sin "ponerle la firma". Dicho de otro modo: en el gobierno de México consideran que el gobierno de Argentina quería endosarle los costos de semejante plan a México, que por su vecindad tiene una relación siempre compleja con los Estados Unidos.
Ya desde el fin de semana, con el operativo argentino para instalar la idea de una contracumbre, López Obrador intentó despegarse de una iniciativa que al inicio pareció tener cierto apoyo de la cancillería mexicana. Primero lo hizo durante una gira por Sinaloa, pero sus declaraciones quedaron enterradas por el escándalo de una narco-retén que bloqueó el paso de la prensa en una carretera.
Ya con la cumbre encima en la mañana de este miércoles AMLO volvió a incluir el tema, esta vez en el segmento "Quién es quién de las mentiras de la semana", en donde una de sus colaboradoras suele atacar a los medios por publicar noticias contrarias a los intereses del gobierno. Allí aprovechó la primicia de LPO para tomar distancia de la iniciativa y cargar las culpas en el periodismo, un recurso habitual de algunos políticos.
"La Política Online inventa contracumbre en Estados Unidos", se quejó Liz Vilchis, la funcionaria del gobierno encargada de atacar a los medios. "Esta información circuló en medios argentinos que en su calidad de presidente pro tempore, Alberto Fernández estaría convocando a una reunión con los país que no fueron invitados a la Cumbre de las Américas, como Cuba, Venezuela y Nicaragua", agregó.
"Todo esto es falso. La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que no tiene información sobre esa reunión y que México no ha sido convocado a participar en la reunión de la Celac", concluyó Vilchis. En esa frase quedó en evidencia la molestia del gobierno de López Obrador con la iniciativa, destacando además por la negativa que la conducción de la Celan en este período esta a cargo de Alberto Fernández.
De hecho, pese a la desmentida de la funcionaria y al enojo de López Obrador, en el programa de la Cancillería argentina sigue figurando como actividades una cena y un desayuno de la Celac. En este último es donde se realizaría la contracumbre.
El rechazo de López Obrador expone la diferencia en la relación bilateral de cada país. México y Estados Unidos son socios comerciales de primer nivel, integran el T-MEC y tienen una agenda de altísima densidad en materia de lucha contra el narcotráfico, inteligencia y migración. "Argentina es un país que está en la otra punta del continente y puede darse estos lujos meramente declarativos", explicaron a LPO desde la 4T.
El otro mensaje subliminal que envía el presidente mexicano es que, al sacar el tema en su conferencia matutina, le envía un gesto a la Casa Blanca en el sentido de que el viernes podría confirmar su presencia en California, luego de idas y vueltas sobre el listado de países invitados.
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Nadie lo quiere tener al lado, pero siempre hay que invitarlo a las reuniones familiares.