En los últimos dÃas el senador Germán MartÃnez se ha convertido en uno de los principales entusiastas del proyecto presidencial de Xóchitl Gálvez, al punto de reclamar públicamente que todos los participantes de la interna opositora declinen por la senadora.
Esto no agrada en el entorno de Claudio X. González, donde ya dan por descontado que MartÃnez es oportunista y solo pretende colocarse como hombre fuerte de la campaña de Gálvez.
A los ojos de Claudio X., el senador tiene dos problemas serios: primero que llegó a su banca asociado a Morena y en segundo lugar que en el sexenio calderonista ocupó la SecretarÃa de la Función Pública.
Y esto serÃa un problema si se considera la condena por supuesto narcotráfico de Genaro GarcÃa Luna en los Estados Unidos. Claudio X. cree que MartÃnez puede convertirse, llegado el momento, en un activo tóxico y con dudosa capacidad de aconsejar para ganar una elección.
MartÃnez es amigo de Gálvez y tiene un futuro electoral muy incierto con lo cual el momentum de la aspirante opositora le puede ofrecer un destino.
Claudio X, debe decirse, comienza a reparar en este tipo de escenarios porque está convencido de que en los próximos meses el Gobierno intensificará sus ataques contra su candidata a partir de su paso por la delegación capitalina Miguel Hidalgo y por su rol en la comisión dedicada a temas indÃgenas.
El magnate por ahora no quiere saber nada de esa tesis de que Gálvez es una candidata generada desde Palacio Nacional para luego fulminar su prestigio con denuncias de información reservada.
Tampoco escucha a quienes recomiendan sostener las posibilidades de Enrique De la Madrid o BeatrÃz Paredes para tener un abanico mayor de opciones.
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