El pasado 22 de noviembre la ONU votó una iniciativa sobre cooperación fiscal global impulsada por paÃses africanos que supone un claro desafÃo al liderazgo de la OCDE y un tema clave para economÃas emergentes, como México. Sin embargo, el gobierno de la 4T se abstuvo en la votación.
La postura del gobierno mexicano, representando por la canciller Alicia Bárcena tomó por sorpresa a más de uno, sobre todo ante la postura crÃtica que la funcionaria mexicana suele tener sobre el modelo económico capitalista y siempre en favor de polÃticas que impulsen el desarrollo del sur del continente.
A penas una semana después de la votación en la ONU, en un foro sobre retos geopolÃticos a la seguridad colectiva internacional, Bárcena relacionó la problemática de desplazados a nivel mundial con un modelo económico que "se basó por muchos años en los privilegios que niegan derechos y profundizan asimetrÃas y desigualdades". Ese planteamiento es justamente arterial en la propuesta a la que México se abstuvo ante la ONU.
Se trata de una Convención Marco sobre Cooperación Fiscal Internacional promovida ante el organismo internacional por la Unión Africana, con el liderazgo de Nigeria y contó con el respaldo de paÃses de ingresos bajos y medios. El objetivo es prevenir la elusión y aumentar los ingresos en paÃses con menor desarrollo.
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Es una medida que amenaza la influencia que ha tenido la OCDE desde hace al menos 60 años en la agenda fiscal internacional y apuesta porque paÃses fuera de esta organización puedan tener voz en las normas tributarias.
Y es que, para los crÃticos de este sistema económico, la desigualdad entre paÃses tiene explicación, en parte, debido a que las bases del sistema tributario internacional se elaboraron por los paÃses desarrollados, siendo estos -y sus empresas- los más beneficiados del marco actual.
La iniciativa contó con el apoyo de 125 naciones, la mayorÃa de las cuales eran paÃses de renta baja o media, como Brasil, China, Ghana, India y Sudáfrica; mientras que 48 naciones se opusieron, la mayorÃa paÃses como Estados Unidos, Estados miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Corea. Nueve fueron los paÃses que se abstuvieron, entre ellos México.
De la región, la iniciativa contó con el respaldo de la mayorÃa de los paÃses, incluyendo Chile y Colombia, ambos pertenecientes a la OCDE; mientras que Costa Rica siguió los pasos de México. Estos dos también pertenecientes al llamado "club de los paÃses ricos".
En el caso de México podrÃa parecer contradictorio esta postura frente a los discursos que ha tenido Bárcena desde su paso por la Cepal hasta la cancillerÃa mexicana; lo cierto es que no resulta tan sorprendente si se consideran los acercamientos que ha tenido la funcionaria con Washington, buscando mantenerse como interlocutora entre México y EU en el caso de que Claudia Sheinbaum triunfara en las elecciones de 2024.
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