Las controversias en el sector aéreo parecen no tener fin. Luego de las tensiones sobre el tema del transporte de carga y el AIFA, lo que la industria ahora discute es el pryecto de cabotaje; iniciativa que este lunes Andrés Manuel López Obrador desmintió y aseguró que se trata de una campaña en contra de su gobierno.

El tema fue instalado desde la prensa esta mañana de martes, en Palacio Nacional, desde donde el presidente aseguró que todavía "no está decidido" dicho proyecto. "No existe ninguna iniciativa de ley; es que los dueños de aerolíneas no quieren competencia y ya iniciaron una campaña", acusó.

Aunque sí reconoció que se analiza liberar la llegada de vuelos extranjeros -lo que se conoce como cielos abiertos o cabotaje-, asegurando que de esta manera se incentivará una mayor competencia; no obstante, aclaró que antes de tomar una decisión, primero verán cómo opera la nueva aerolínea que el gobierno está creando.

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"Si vemos que con eso equilibramos (el mercado) para que no cueste tanto el boleto de avión, a lo mejor ya no haría falta abrir (cielos) para que haya competencia y bajen los precios", explicó el mandatario.

Más allá de desmentir que la decisión sobre esta medida estuviera ya tomada, fue enfático en que ha habido una campaña en el sector desde la apertura del Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA): "Como no se construyó el de Texcoco y saturaron de manera deliberada el AICM cerrando el de Toluca; ahora se construye el Felipe y han echado toda una campaña", dijo.

Así, salió en defensa de esta terminal. Entre sus virtudes, aseguró que esta terminal permitirá orientar el crecimiento poblacional de la capital hacia el norte, pues ya se demostró que hay suelo y agua, incluso dijo que hacia el futuro ya hay empresas que se quieren instalar en Pachuca; en contraparte, acusó que de haber funcionado el de Texcoco habría generado problemas de agua en un largo plazo.

En diciembre del año pasado, López Obrador dio a conocer la planeación de esta nueva aerolínea, que tomaría el nombre de Mexicana de aviación, y, al igual que las principales obras de la 4T, estará a cargo de la empresa del Ejército. Según sus planes, tendrá que estar lista a finales de este año.

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Pero ese mismo día ya advertía que si la entrada de esta nueva aerolínea no ayudaba a bajar los precios en los boletos de avión, no descartaría analizar otras opciones: "Si hace falta vamos a permitir lo que se llama el cabotaje", aseguró en esa ocasión.

La declaración ha desatado aún más la inquietud sobre el futuro en el sector, que a nivel nacional se ha visto complicado en medio de las tensiones financieras que enfrentó Aeroméxico y el destino de Interjet y Aeromar. Y es que para sus retractores -por ejemplo, ahí se encuentra el exsecretario de Hacienda de la 4T, Carlos Urzúa- implicará más presiones para las aerolíneas aéreas y no será claro el efecto en los precios en el largo plazo.