En medio de las investigaciones internas que realiza la OEA en contra de su secretario general, Luis Almagro, por haber favorecido presuntamente a una trabajadora del organismo con la que habría mantenido una relación amorosa, un informe externo de una consultora privada sostuvo que el uruguayo no violó las normas de la institución y encaminó su posible continuidad al frente del organismo que comanda desde 2015.

Durante el último tiempo, diversos países de la OEA, entre los que aparecen con mayor notoriedad México y Argentina y menor intensidad algunos Estados del Caribe, impulsaron una investigación en contra de Almagro por considerar que había mantenido una relación amorosa con una mujer de la institución a la cual habría favorecido con ascensos y viajes, lo que constituiría una violación a las normas y una posible expulsión de sus funciones como secretario general.

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A medida que estas investigaciones aumentaban, la firma Miller & Chevalier realizó un propio estudio que determinó que el excanciller del Frente Amplio uruguayo no habría cometido ninguna irregularidad y que su comportamiento simplemente habría infringido las Normas y Reglamentos del organismo con sede en Washington. Las mismas hacen referencia al "sentido común y buen juicio y otras obligaciones éticas", pero al ser consideradas actitudes de carácter subjetivo las mismas no constituyen delitos. De esta manera, Almagro podría continuar como secretario general.

El informe sostiene que Almagro "evitó cualquier conflicto de interés" y que la relación que llevó a cabo no afectó al funcionamiento de la OEA. "Mantuvo una adecuada distancia jerárquica y administrativa", afirma el análisis que agrega que la "relación personal no interfirió en su trabajo y en sus tareas como secretario general".

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Estas conclusiones representan un revés importante para el presiente Andrés Manuel López Obrador y su par de Argentina, Alberto Fernández, quienes promueven la salida de Almagro de la OEA por considerar que mantiene un perfil intervencionista y político. Los dos presidentes buscaron evitar su reelección en 2020, cuando promovieron la candidatura de la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, y se entusiasmaron con una salida anticipada a través de la vía judicial.

Por otro lado, el informe representa una victoria para el área más dura y conservadora de la política exterior de los Estados Unidos, que ve en Almagro a un aliado en la lucha de la Casa Blanca contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. El embajador de Washington ante la OEA, Frank Mora, calificó al estudio como "exhaustivo y justo" y remarcó que el uruguayo "no violó ninguna de las normas y reglamentos de la OEA en materia de contratación, compensación, viajes o conflicto de intereses". De esta manera, todo hace indicar que Luis Almagro seguirá al frente del organismo.

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Hace unas semanas un puñado de legisladores demócratas habían exigido su salida como secretario general a través de una carta que le escribieron al secretario de Estado de los EU, Antony Blinken, pero al parece no habría logrado los objetivos planteados.

La oposición del eje de México y Argentina contra Almagro nació a partir del golpe de Estado que sufrió el expresidente de Bolivia Evo Morales, por el cual tanto López Obrador y Fernández denuncian el accionar del uruguayo. Además, a ello se suma la actitud política del secretario general contra Caracas, La Habana y Managua, la cual consideran que no promueve la búsqueda de soluciones negociadas a los diferentes problemas, sino que, por el contrario, promueve la disputa política.