El próximo domingo 22 Andrés Manuel López Obrador espera reunir a todos los presidentes de la región para abordar el tema migratorio. La convocatoria en Chiapas buscará alienar estrategias para atender la problemática, pero también generan presión para que el gobierno de Biden cumpla su promesa de financiar programas en la región.

Fue tras la visita de una delegación de funcionarios estadounidenses encabezados por Antony Blinken que el presidente anunció que extendió la invitación a sus homólogos de Guatemala, Belice, Panamá, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Haití y Cuba. No se espera la participación de ningún representante de Estados Unidos.

Si bien López Obrador asegura que no hay un desbordamiento de la migración en el país, lo cierto es que no deja de incrementarse el flujo de personas en tránsito. Este año alcanzó cifras sin precedentes, retando las capacidades de los países de tránsito para atender esta situación y generando mayor presión en Estados Unidos, donde el tema migratorio sigue siendo una ficha que jugar en vísperas del proceso electoral.

El mandatario mexicano insiste que la única manera de hacer frente a esta situación es atendiendo las causas y para ello, pero no ha logrado una respuesta satisfactoria por parte del gobierno de Biden, a quien ha reprocahdo en varias ocasiones su apoyo a la guerra en Ucrania. 

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"Vamos a seguir insistiendo en que se ayude más. Y ofrezco disculpas por lo que voy a decir: no es posible destinar a la guerra en Ucrania 40 mil millones de dólares y no poder destinar 4 mil millones de dólares para un plan de apoyo a los pueblos que por necesidad tiene que abandonar sus comunidades y a sus familias", dijo el presidente en una de sus conferencias durante septiembre.

En diálogo con LPO, expertos en la materia coinciden en que uno de los objetivos más claros de este encuentro diplomático será precisamente el meter presión al gobierno de Biden en cumplir las promesas de financiamiento. Sin embargo, advierten que el escenario no es tan sencillo.

Para Ignacio Martínez Cortés, coordinador de LACEN-UNAM, esta será la oportunidad para plantear mecanismos intrarregionales o de integración para contener la migración impulsando el trabajo, mejorar la seguridad de los países y fortalecer mecanismos de inversión. Así como poner sobre la mesa el tema de seguridad humana.

En la opinión del académico, en la región hay un buen clima político que podría favorecer los acuerdos, con cierta estabilidad en la región y en los vínculos entre estos países, para lograr una cooperación que eventualmente se traduzca en acciones. Y un elemento clave será la presencia de la canciller Alicia Bárcena, que conoció de primera mano la situación regional como secretaria de la CEPAL.

Aunque los objetivos no están exentos de retos, como plantea Irineo Mujica, activista que ha acompañado el tránsito migrante en múltiples ocasiones. Explica que, hasta el momento no ha visto la voluntad de los países implicados en atender el tema migratorio y, además, advierte una clara incapacidad por parte de Estados Unidos para tomar medidas mucho más claras y efectivas.

Mujica explica que en su tránsito con grupos migrantes cruzando diferentes fronteras, incluyendo la peligrosa región del Darien, ha sido testigo de la falta de capacidad -e intención- de los países para contener la migración.

"Son países que ayudan a que pase la migración, que salga más rápido de sus territorios y evitarse problemas. Eso es porque no tienen ni la capacidad ni el dinero para retenerla, pero tampoco quieren los problemas que conlleva la contención. La migración en masa es un conflicto interno que nadie quiere", dice.

Para el activista, hasta ahora los países solo se han "echado la bolita" sin lograr tener la capacidad de enfrentar los retos que supone el incremento de la migración, como es la infraestructura, atención médica, solicitudes de asilo, etc.

Más allá de eso, Mujica también sostiene que algunos gobiernos de los países de tránsito -como Nicaragua o Colombia- buscan utilizar la migración como una vía de presión a Estados Unidos, ya sea para cuestiones políticas o económicas. 

Y en ese sentido, es muy crítico ante la falta de mensajes claros por parte de los países, principalmente de México entre un "si y no" en la frontera sur, así como las campañas de Estados Unidos que buscan desalentar a la migración.

"Nada de eso funciona y menos si no se atienden las necesidades de las personas en sus países de origen. Mientras tanto, muchísima gente está muriendo en el Darien, porque ese tipo de migración hace mucho daño", relata el activista, quien es muy enfático también en la participación clave que tiene el crimen organizado en el tránsito de las personas que dejan sus países por cuestiones económicas, pero también ante crisis políticas, inseguridad, pobreza y cambios climáticos.

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En este escenario, si bien no se prevé presencia de funcionarios de EU, el presidente mexicano esperará mostrar músculo liderando este encuentro con los presidentes invitados. Hasta ayer lunes diferentes medios trascendieron que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, confirmó que asistirá al "Encuentro por una Vecindad Fraterna y con Bienestar" de manera presencial, tras una reunión en su país con Bárcena, sin embargo, el propio presidente se ha negado, hasta este martes, a confirmar la lista de asistentes.

Se prevé que las y los invitados participen en un recorrido por la Zona Arqueológica de Palenque, a las 10:00 horas de ese domingo, liderado por el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto y hacia el mediodía iniciará la cumbre, la cual tendrá una duración aproximada de dos horas, para después brindar una comida y una conferencia de prensa, en donde se podrá informar sobre el diálogo y los acuerdos que hayan resultado.