Joe Biden encedió el debate con México con su propuesta de cerrar las fronteras para limitar el aumento de flujo migratorio. López Obrador afirma que está en desacuerdo con la iniciativa, pero no alivia las preocupaciones en el empresariado mexicano, en donde también se han abierto cuestionamientos a las políticas migratorias de la 4T.

Esta semana es clave. El miércoles el proyecto podría tratarse en el Senado en Washington. El pasado diciembre los demócratas cerraron cruces fronterizos de mercancias y ocasionaron perdidas millonarias a los exportadores mexicanos. 

  A la par de que busca el desbloqueo de los recursos para la guerra en Ucrania, el presidente estadounidense propuso endurecer las medidas migratorias, incluyendo el cierre de fronteras, en la medida en que se descontrolen los flujos de personas.

Días atrás, Biden ya lanzaba alarmantes declaraciones sobre quela frontera "está rota y es hora de arreglarla", de cara a los más recientes datos aduaneros que apuntan a un incremento histórico en la cifra de migrantes indocumentado en la frontera entre México y Estados Unidos. En diciembre el dato superó las 300,000 detenciones.

El camino abre amplias dudas pues enfrenta la oposición de los republicanos que alertan que de pasar la propuesta migratoria de Biden le ayudaría electoralmente; al tiempo en que lo responsabilizan por la crisis migratoria y acusan uan crisis de seguridad: "En lugar de aceptar responsabilidades intenta ahora culpar al Congreso de lo que él mismo creó intencionadamente", lanzó el republicano Jhonson.

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El tema plantea un punto de tensión entre Biden y López Obrador, quien desde México se ha mostrado crítico a la propuesta. Por ejemplo, en su conferencia del pasado jueves respondió al ser cuestionado sobre el tema: "Respetamos esa decisión, le tenemos mucho afecto al presidente Biden, nada más que es más de lo mismo, no quieren ir al fondo, se quedan por encimita. Es lo que hacen cada vez que hay elección de un partido u otro. Usan el tema migratorio y el tema de las drogas".

Hasta ahora no son claros los alcances de esta iniciativa, pero el empresariado mexicano confía en que no buscará afectarse a las cadenas de valor transfronterizas ante las afectaciones para ambos países, pues el 60% de lo que se comercia entre los dos es por tierra (64.7% por carretera y 12.2% por tren). En todo el 2023 este intercambio sumó 553 millones de dólares. Sin embargo, hay temores afianzados. 

"No están pensando en el tema comercial, están pensando en ser más restrictivos en el cruce de personas, ahí sí podría haber una afectación. Si se ponen muy restrictivos, pueden afectar el turismo transfronterizo", explica Sergio Garduño, consultor senior de Consultores Internacinales S.C.

Un temor es que puedan desaparecer los programas de Biden para asilar y refugiar personas migrantes, la pregunta es cómo será el retorno de esas personas y si implicará un aumento de migrantes varados en México, lo que lo vuelve un problema directo para el país.

La realidad es que, aún sin las medidas de Biden, la situación de México en materia migratoria se ha ido modificando: ya no solo es país expulsor o de tránsito, ahora también es destino de miles de personas que están decidiendo quedarse en el país.

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"Muchos y de distintas nacionalidades evalúan las complicaciones de cruzar a Estados Unidos y están encontrando oportunidades aquí, por lo que están decidiendo quedarse", dice Garduño.

Este escenario reabre temores que suelen instalarse en las sociedades ante el tema migratorio en torno al tema laboral, como es una oferta desleal de mano de obra, "tendríamos problemas que tienne los países receptores", advierte Garduño.

José Ramos, especialista del Colef, enfatiza en lo dinámica que son las fronteras, no solo por el cruce comercial y resalta que los impactos serían principalmente para las ciudades fronterizas, además de que la industria estadounidense sería la primera en protestar.

Vañe señalar que cuando ocurrió el cruce comercial se spetimere tan solo para la industria de Ciudad Juárez significó un impacto de 1,762 millones de dólares, de acuerdo con datos de Coparmex. En esa misma ciudad se contabilizan al rededor de 500 mil empleos relacionados con la industria manufacturera, la que resultaría más afectada ante un cierre de fronteras. 

Críticas a las políticas migratorias

Especialistas consultados por LPO coinciden en que la crisis actual es responsabilidad de ambos países, y "una clara señal de un caos en las políticas migratorias", como expresa José Sánchez, consejero delegado de migración de Coparmex.

"México ya no debe verlo como un problema de Estados Unidos, sino como un problema nuestro", dice Garduño, y al igual que Sánchez y el Dr. José Ramos, especialista del Colef, afirma que debe replantarse la política migratoria de México que ya no solo considere la protección de las personas en tránsito por el país, sino replantearlo con una idea de país destino, con todo lo que ello implica.

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Para el delegado de Coparmex la crítica se centra en que las políticas migratorias no han abordado el fenómeno desde una perspectiva integral. "Se queda corta la discusión de los países cuando se deja de lado el bienestar, el desarrollo", dice.

Sánchez Soledad narra que un impacto directo es para la vida diaria de las ciudades fronterizas. Estamos muy integrados por negocios, miles de estudiantes que van a escuelas en estados unidos, un cierre de fronteras podría impactar esas actividades, seprar familias y todo eso puede resultar en un impacto a la productividad.