A principios de noviembre, Enrique Peña Nieto festejaba con júbilo el descubrimiento del yacimiento Ixachi-1, el cual, de acuerdo al compromiso de Pemex deberá estar en producción en 2019, por lo que Carlos Treviño, director de la petrolera, ya alista un farmout.

Sobre el descubrimiento, anunciado como el más grande hallazgo terrestre en 15 años, Treviño aún analizaba a inicios de este mes si lo explotarían por sí mismos, o acompañados de un privado. En una entrevista para el diario El Financiero señalaba la posibilidad de hacerlo primero solos y luego invitando a socios.

Fuentes cercanas al proceso, indicaron a La Política Online que efectivamente alistan un farmout con "una gran empresa internacional". No hubo más detalles al respecto, tampoco si efectivamente, será para una segunda etapa, o para el inicio.

Lo cierto es que este descubrimiento aún está en una fase de exploración. En su anuncio, el Presidente mexicano afirmó que en su momento de máxima producción, Ixachi, ubicado a 72 kilómetros al sur del puerto de Veracruz, en tierra, daría hasta 1,500 millones de barriles diarios.

"Tiempo al tiempo", dijeron analistas del sector entrevistados por LPO, quienes recibieron la noticia con mesura, al considerar que la cantidad puede ser menor, pues al estar en una etapa exploratoria, aún no se conoce el tamaño real del pozo.

José Antonio Escalera, director de Exploración de Pemex, explicó con anterioridad que las ventajas de este hallazgo es que se encuentra en tierra, lo que facilita su explotación. Agregó además un dato importante: se encuentra cerca de otros pozos que producen gas, por lo que existe infraestructura en la zona, como gasoductos.

Entonces, aseguró que la petrolera, que será la encargada de su explotación, ya trabaja en perforar el pozo para confirmar el tamaño de éste y así, limitarlo y poder generar un plan de desarrollo. "Estamos trabajando por dar sustentabilidad".