El secretario de Energía de EU Rick Perry estará en México la semana próxima.  El funcionario de la administración Trump llega con la clara misión de aportar al blindaje de la Reforma Energética donde existen fuertes intereses de firmas de su país como Chevron, Valero, Exxon, Gulf y Conoco Phillips.

El ex gobernador de Texas elogiará la reforma lograda en el sexenio de Enrique Peña Nieto pero también pedirá, en sus distintos encuentros, un marco jurídico adecuado para proteger los contratos y las inversiones ya realizadas. Una recomendación en sintonía con las elecciones presidenciales del año próximo y realizada a partir de la preferencia que tiene Morena en las distintas encuestas.

Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado en distintas ocasiones contra la reforma aunque sus emisarios ante el poder económico han asegurado en reiteradas ocasiones que todos los contratos de las rondas serán respetados.

Como político prominente de Texas, Perry tiene un buen conocimiento del negocio petrolero y se ha embarcado en un plan para potenciar la producción en EU en un giro bien diferente a la administración Obama donde la apuesta era por los combustibles no convencionales.

Perry tuvo una relación distante con Trump durante la campaña pero luego fue invitado al gabinete. Al igual que otros funcionarios como Rex Tillerson o John Kelly, tiene un discurso amigable para con el país.