Andrés Manuel López Obrador le pidió a Rogelio RamÃrez De la O que se sume a la negociación con Estados Unidos para evitar un panel de controversia en materia energética que le puede costar al paÃs hasta 30 mil millones de dólares en sanciones comerciales. Ayer lunes se conoció, a través de la agencia Reuters, que el Gobierno mexicano recibirá un ultimátum desde Washington como última chance de evitar el panel.
El secretario de Hacienda acepta entrar al tablero pero pidió acotar la injerencia de Manuel Bartlett por entender que la polÃtica de CFE es el principal inconveniente en la relación comercial. Raquel Buenrostro también queda acotada no por un issue ideológico sino porque es muy visible que rebasada por la situación. En las últimas horas lo más que tuvo para presumir es que gracias a ella este final de dilató durante meses. Pero la solución nunca estuvo en el horizonte.
De hecho, el director general de CFE ya se encuentro apartado de ciertos intercambios determinantes con el gobierno canadiense.
La centralidad del secretario de Hacienda se incrementa en el tramo final del sexenio con dos misiones mayúsculas: evitar que CFE detone la relación con los socios del T-MEC y evitar además que la sideral deuda de Pemex arrastre el correcto desempeño de la macroeconomÃa de López Obrador.
RamÃrez De la O entiende que la situación del Gobierno es incómoda porque la única manera de enviar una señal conciliatoria a la administración de Joe Biden es modificando la ley de industria eléctrica que este mismo Gobierno votó en el Congreso.
RamÃrez De la O, igual que Adán Augusto López Hernández, esbozan una primera medida que es resistida por el cÃrculo presidencial: ante la dificultad de una reversa legislativa hay que tener un gesto y por eso Bartlett, que además tiene una gestión pésima en términos financieros, deberÃa abandonar el cargo.
De hecho, en las últimas horas en Palacio Nacional se mencionó la posibilidad de que Lázaro Cárdenas Batel sea el reemplazo de Bartlett, no solo por su entendimiento de la materia sino por sus amistades en EU. SerÃa una ironÃa imperdible de la historia si se consideran los antecedentes de Bartlett y de Cuauhtémoc Cárdenas, padre del ex coordinador de asesor.
Bajo esta óptica, la salida de Bartlett deberÃa conjugarse con algún tipo de cabildeo judicial que haga posible que las empresas de EU logren fallos judiciales con relativa facilidad y en un análisis de caso por caso. Paradoja: lo que no se puede en San Lázaro se buscarÃa en un Poder Judicial enardecido contra Morena.
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