Después de dos campañas, Andrés Manuel López Obrador comprendió la importancia de transmitir tranquilidad al cÃrculo del poder económico. Empresarios, inversores y altos ejecutivos deben recibir un adelanto del programa que aplicarÃan en caso de ser gobierno. Esa lección la aplican como un mantra.
AMLO recibe a empresarios cuando su agenda de giras se lo permite. Es que el lÃder de Morena está más familiarizado con el contacto hacia los sectores vulnerables -en donde finca su mayor popularidad- que con el establishment siempre desconfiado de su figura.
Para eso tiene a Alfonso Romo, que se reúne sin descanso con todos los empresarios que puede. Los atiende, les explica los pilares de lo que será el programa económico. La PolÃtica Online reveló en exclusiva que Mario Delgado y Adrián RodrÃguez ya se juntaron con más de 30 fondos de inversión. Vidal Llerenas hace lo propio.
Quizás esta nueva estrategia empiece a mostrar algunos resultados, pues parte del empresariado ya no agita la idea del Hugo Chávez mexicano. Sin embargo, hay un sector especÃfico que sigue mirando con el mismo recelo de siempre al proyecto de López Obrador: los banqueros.
Entre los bancos hay un temor especÃfico: la idea de que AMLO los obligará a ampliar el negocio de los créditos para empresas mediana y pequeñas, además de fomentar el mercado de préstamos a familias de menores ingresos.
Su temor tiene un fundamentos: los cerebros económicos de Morena efectivamente creen que los bancos mexicanos son conversadores y no ayudan a detonar el crecimiento económicos.
"Desde la crisis del 94 sólo se pensó en la estabilidad del sistema financiero mexicano. Hay que decirlo: lo lograron. Pero hoy los bancos son sólidos, tienen enormes ganancias y no contribuyen a que México crezca. Eso debe cambiar", explicó uno de los economistas que asesora a López Obrador.
¿Cuál es el plan? Aplicar una mayor regulación, reducir las comisiones y empujar la bancarización de sectores que se siguen manejado por fuera del sistema.
"Nosotros pensamos que esa no es la verdadera preocupación", suelta uno de los cerebros morenos. El entorno de AMLO sabe que pese a cambiar algunos detalles, la lógico bancaria seguirá igual. ¿Cuál es la teorÃa que crece, entonces? El pánico de los banqueros es en rigor la punta del iceberg que esconde el verdadero temor: los negocios energéticos.
La mayorÃa de los grandes bancos mexicanos tienen atrás a gigantes fondos de inversión. Es el caso de BlackRock con Banamex. "Se acercan como representantes de bancos pero a los pocos minutos están hablando de la Reforma Energética", explicó la misma fuente a LPO.
Uno de los puntos que todavÃa generan dudas -en México y en el exterior- es qué pasará con la apertura energética que implementó Peña Nieto. Por el momento, AMLO repite que será sometido a un referéndum.
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